Carta del Presidente de la Academia de Historia del Quindío a El Tiempo

Señor Director de EL TIEMPO

          El justo reconocimiento que se hace en su editorial de hoy (Repatriando las estatuas 31-01-2014) en torno a la devolución de las esculturas de San Agustín, podría extenderse de nuevo hacia la reclamación que hemos venido haciendo sobre el Tesoro de los Quimbayas (del cual se ocupó positivamente este mismo espacio editorial hace unos años).

          Así como moralmente es indiscutible el derecho que nos asiste a los nacionales en este reclamo, es asimismo inexplicable el silencio de los últimos tres gobiernos en hacerle un guiño al Estado español en este sentido. Según algunos funcionarios de la Cancillería fue un regalo. ¿Será un dogma que los regalos no se devuelven porque parecería un desaire al obsequioso? Entonces que se le reproche a los norteamericanos la devolución que hicieron a la India de unas esculturas del siglo XI que tenían; o que se le pidan explicaciones a la Unesco por detenerse a estudiar la responsabilidad penal en la devolución del patrimonio de Mali.

          Dado que los objetos de la orfebrería quimbaya entraron en efecto al tesoro de la Nación, y de allí salieron sin permiso, esa responsabilidad está pendiente. No obstante, esperamos que la diplomacia sea más consecuente que un lío jurisdiccional y que finalmente el gobierno actual tenga el valor de redimir lo que es de todos los colombianos.

Cordialmente,

Jaime Lopera
Presidente de la Academia de Historia del Quindío

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