Entre 1905 y 1910, las regiones de Antioquia, Cauca y
Tolima fueron desmembradas para constituir al nuevo departamento de Caldas,
acogiendo peticiones de los pobladores de esta zona. El proceso resultó así.
Primero se creó el departamento de Manizales por medio
de la Ley 17 del
11 de abril de 1905, compuesto por cuatro Provincias: Manizales, Aranzazu,
Marmato y Robledo. Un año después (1906) la Provincia de Herveo,
Tolima, entregó a Manzanares y Marulanda; y Antioquia aportó a Pensilvania
segregada de la provincia de Aures. En 1907, cuatro poblaciones de la Provincia del Quindio
ubicadas en la jurisdicción del Cauca (Armenia, Calarcá, Filandia y Victoria),
pasan al nuevo departamento. Finalmente, en 1910, el decreto 340 de ese año
creó el departamento de Caldas con capital Manizales; dos años después un
municipio del Chocó, Pueblo Rico, hizo parte de la nueva realidad
administrativa.
Pero hay más. Años antes, en marzo de 1906, un grupo de
comerciantes y finqueros quindianos habían solicitado la anexión a Caldas pero
suprimiendo el Departamento de Cartago y añadiendo a la Provincia de Robledo
(integrada dentro del Departamento de Manizales), mas los municipios de
Armenia, Calarcá, Filandia y Circasia. Desde entonces los sentimientos
integracionistas estaban aflorando en detrimento de la tutela caucana que
habíamos vivido por muchos años.
En 1911, el Concejo Municipal de Calarcá –que era muy
importante en aquel entonces-- envío otra comunicación a los miembros de la Asamblea Departamental
de Caldas solicitando la creación de una provincia que de nuevo se debería
llamar “Provincia u Hoya del Quindío”, la cual incluiría también a los
municipios de Santa Rosa, Pereira y Segovia. Desde esos momentos se notaban las
quejas contra el centralismo rentístico que dominaba las preocupaciones de la
provincia frente a Manizales. Este tipo de protesta se manifestó mas tarde en
el Quindío bajo la forma de aquel movimiento de 1920 propiciado por los
pequeños productores de tabaco contra los guardas de rentas de Caldas.
Al finalizar la década del veinte, se formalizó otra
demanda autonómica quindiana. En 1928 se reunió en Filandia la primera
convención de municipalidades del Quindío (incluyendo a Pereira), que concluyó
en ideas tales como restablecer la industria tabacalera, conseguir créditos
para la construcción de carreteras, incluyendo la que iría desde la Estación de Nacederos en
Pereira hasta Armenia, carretera que había sido ordenada por la ley 86 de 1927.
Por ese tiempo surgieron nuevos debates económicos que
los quindianos debieron afrontar. Como en el Quindío se tenían grandes
extensiones de tabaco, los hacendistas caldenses encontraron en este producto
un excelente recurso fiscal. Hacia 1920 a Manizales le preocupaba mucho el
contrabando de la hoja que tendía a disminuir las rentas departamentales; desde
la capital caldense se reforzaron entonces los controles de los guardias de
renta, a tal punto que fueron abundantes las manifestaciones en Armenia y en
Calarcá, donde no solamente se quemaron algunas plantaciones sino también
archivos y sumarios de la administración municipal.
Muchos años después esas actitudes separatistas del 28,
todavía soterradas, habían seguido su curso. Solo en 1949 se propuso
formalmente la creación del departamento del Quindío: una asamblea de
comerciantes, empleados e intelectuales de Armenia se realizó en ese año en el
teatro Bolívar de esa ciudad, y allí se planteó crear una junta bipartidista
que agitara el proyecto. Debido a las rivalidades personales y políticas
internas, estas actividades no culminaron felizmente a tal punto que, cuando
expiraban los requisitos formales para presentar la petición al Congreso (es
decir, con la firma mayoritaria de los concejales de la región), dicha junta
bipartidista vio frustrada sus ambiciones por falta ese respaldo general.
En la década del cuarenta las intenciones separatistas
estaban vivas: en 1946 el centro del debate fue el presunto acosamiento contra
el Quindío asignado al gobernador de Caldas, J osé
J aramillo
Montoya. Un caso concreto desató la paranoia: la Asamblea
caldense aprobó la departamentalización del Colegio Rufino J osé
Cuervo de Armenia mediante una ordenanza que, en principio,
fue firmemente vetada por el ejecutivo departamental. Antes que este veto se
convirtiera en un problema de orden público, como amenazaba a presentarse, la
gobernación decidió aprobarla a las carreras durante la segunda vuelta del
proyecto.
Sin embargo, para muchas personas la fecha
incuestionable del movimiento separatista quindiano fue el año de 1951. Serios
estudios sobre los requisitos constitucionales para la creación de nuevas
entidades territoriales fueron realizados por los promotores, Euclides J aramillo y Elias Vélez, para concluir que los
municipios de entonces tenían todas las exigencias de población y presupuesto
para integrar la nueva sección territorial. Por lo tanto, una asamblea
ciudadana, realizada en el teatro Apolo a mediados de 1951, creo una junta
bipartidista donde dominaban los pequeños comerciantes, los empleados y los
intelectuales.
La estrategia quindiana esta vez puso sus ojos en otra
clase de pretensiones. En principio, se empezó de diferenciar la región por la
vía institucional creando entidades que alargaran la distancia con Manizales y
le dieran una fisonomía singular a la nueva región. Nació entonces la idea de
crear la Universidad
del Quindío, que finalmente comenzó a funcionar en 1962. Al mismo tiempo, en
1952, se crearon las Diócesis de Pereira y Armenia, esta última con los municipios
del Quindío, gracias a la diligencia del Nuncio Apostólico Antonio Samoré quien
ya había sido convencido de cubrir esta comarca con sus propias parroquias. El
primer obispo fue Monseñor Martínez Vargas quien, en su primer sermón, dijo que
venía en pos “de cristianizar a esta sociedad empeñada en paganizarse”,
aludiendo a los fenómenos de violencia política que estaban ocurriendo en la
región.
No parece haber sido una coincidencia que, por esta
misma época se creara el club de fútbol Deportes Quindío que emprendió su
participación en los campeonatos nacionales, hasta ser el campeón en 1956. Esta
entidad nació como una herramienta de unión de voluntades para jugar contra los
tres equipos de Manizales, pero también para mitigar los problemas de una violencia
que ya estaba en las calles quindianas.
Hacía 1953, es decir después del golpe de estado de
Rojas Pinilla, fue nombrado como el gobernador de Caldas el coronel Gustavo
Sierra Ochoa quien hizo causa común con los manizaleños para rechazar o negar
el proyecto autonomísta del Quindío. Dicho coronel le dio a la campaña un
carácter subversivo a tal punto que Elías Vélez, uno de los promotores de la
primera junta autonomísta, fue conminado por el alcalde de Armenia, subalterno
del coronel, a abandonar sus actividades proselitistas, amenaza que solo abundó
a favor de la nueva junta.
En marzo de 1954, se realizó una asamblea en el Club
América de Armenia para crear una nueva J unta
Directiva del Movimiento Pro-Departamento del Quindío en vista de que la anterior
prácticamente había sido disuelta por el coronel Sierra Ochoa. Simultáneamente
se había realizado en Circasia una II Asamblea de Comités de Cafeteros del
Quindío y del Norte del Valle donde el mismo escritor Euclides J aramillo, en una vibrante intervención, reclamo la
solidaridad de los cafeteros en torno al deseo autonómico. El clima de
violencia política era insostenible por esa época, pero se notaba que la
presión del gobierno de Caldas contra Armenia por era cada día mayor, empujada
por el alcalde militar de Armenia, el coronel Antonio Cote.
Al asumir la junta militar el 10 de mayo de 1957 se
hizo una nueva Asamblea en el teatro Yanuba de Armenia donde Elías Vélez
Palacio, entre otros, retomó la lucha autonomísta: el 2 de octubre de 1957 otro
grupo de quindianos envió un memorial a la nueva junta militar solicitando la
creación del departamento del Quindío; en ese memorial por primera vez se
anexaron las firmas de los concejales de Sevilla, Caicedonia, Alcalá y Ulloa.
En una posterior entrevista de una comisión de
quindianos con la junta militar del gobierno se obtuvo la creación de la J efatura
Civil y Militar del Quindío como institución autónoma de
Manizales. Con la creación ya formalizada de un Tribunal J udicial,
del Hospital de Zona, de la
Universidad del Quindío y de la Diócesis de Armenia, que
eran señales de independencia administrativa, nuevamente se presentó en la Camara de Representantes un
proyecto de ley que creaba el departamento del Quindío, proyecto que de nuevo
mostró resultados negativos.
El Quindío no daba al brazo a torcer. Una nueva
Asamblea general, a la que se le dio el carácter expresamente de Cabildo
Abierto, revivió la campaña nombrando una nueva junta bipartidista y
representativa que, esta vez contaba con un numeroso y dinámico grupo de
activistas quindianos en Bogotá. Esta nueva junta creó subcomisiones,
confeccionó un mapa provisional y viajó a todos los municipios de la región
para consolidar la campaña, de nuevo solicitando a la J unta
Militar de Gobierno la creación del departamento por decreto.
En 1958 los representantes quindianos a la Cámara presentaron el primer proyecto de ley para
la creación del Departamento que, por ausentismo, fue rechazado el 3 de
diciembre de ese mismo año, lo cual fue un golpe muy fuerte a la junta central
que se declaró en receso hasta el año siguiente.
Todo el trabajo de movilización de masas, de
publicidad, de reclamos ante las autoridades nacionales de foros y debates
públicos, culminó en una cuarta fase entre 1965 y 1966. Eliminados los cuatro
municipios del Valle (para no afectar los votos de los parlamentarios de el
Valle), el proyecto de ley recibió el respaldo de todos los concejales del
Quindío. El proyecto fue presentado en el año de 1965. Después de ser aprobado
en la Camara paso
al Senado donde fue aprobado el 19 de enero de 1966 y sancionada la ley por el
Presidente Valencia el 7 de febrero de 1966. El senador Ivan Lopez Botero logró
la aprobación de la ley sobre la CRQ unos meses antes del estatuto que creó el
departamento quindiano.
20
de Mayo de 2008
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