Destacado industrial, empresario valioso y
notable ciudadano nacido en Santuario Antioquia el 6 de febrero de 1910 y
fallecido el 24 de agosto de 1985 en Armenia, sus padres Abraham Gómez Gómez y
María de Jesús Gómez Gómez, 18 hijos en dos matrimonios, entre los cuales debo
mencionar a Francisco Luis, Ramón, Miguel Ángel, Abraham, Rosarito, Sor
Consuelo, Felipe.
A raíz
de la muerte temprana a los 35 años de su señora madre y con escasos dos años
de estudios primarios, Luis Tito y otros familiares y amigos, comenzaron la
desbanda hacia el Quindío la tierra feraz y promisoria de la colonización
antioqueña, buscando fortuna y futuro personal; agarrados del estribo de la
montura, o muchos trechos a pie limpio y en
tren, penosamente, llegaron a la tierra anhelada donde sabían de
antemano que vivían familiares. Contaba apenas Luis Tito con once años cuando ya estaba en esas
peripecias.
Comenzó a trabajar en Armenia en las panaderías
de Don Ramón Gómez Alzate y él mismo salía a vender pan fresco con mucho éxito,
gracias a su impecable presentación personal, que conservó toda su vida y el
famoso sombrero canotier.
Con 21 años de vida se asoció con dos de sus hermanos, y fundaron Francisco
Luis Gómez y Hermanos, en 1931, que incluía también a Ramón; se dedicaron a la
venta de abarrotes en la antigua galerías de Armenia, que quedaba en la manzana
que hoy ocupa el Banco de la República, el Banco Popular, el hotel Maitama, que
se llamaba antes hotel Embajador, el actual edificio Cervantes y el Consultorio
Jurídico de la Universidad Gran Colombia. El famoso y pavoroso incendio de 1935
destruyó completamente la plaza de mercado que se llamaba Cervantes y el nombre
del actual edificio, que alberga los Juzgados Administrativos lleva ese nombre
como homenaje a la famosa plaza. Luis Tito y sus hermanos quedaron en la
quiebra.
Pero al día siguiente ya tenían surtido de
abarrotes en los andenes donde hoy funciona Flamingo, por la calle 22 con 16,
lo cual demostraba su constancia y tesón, una de las características principales de una personalidad aguerrida y
laboriosa.
El 18 de abril de 1938 contrajo matrimonio con
la distinguida damita Graciela Giraldo Orozco, cuatro hijos: Javier ingeniero
civil, casado con Liliana María Tobón Villegas, un hijo; Álvaro arquitecto;
Luis Fernando, Administrador de Empresas, ciudadano de amplia trayectoria
social y económica, casado con Lolita Duque Arias, primera bailarina del ballet
de Jaime Manzur y cantante, y Guillermo, arquitecto fallecido en el Salvador en
1995.
Francisco Luis Gómez y Hermanos, almacenes El Lobo.
Se pusieron de acuerdo en buscar un nombre
para la empresa y para tal efecto hicieron un concurso público, con premio
desde luego. Al cabo de poco tiempo ganó El Lobo, porque reunía las cualidades
de un hombre de negocios: 1) Perseverancia; 2) Trabajo en equipo; 3) Audacia;
4) Sentido de la oportunidad; 5) Valentía y 6) Arrojo.
Con este nombre y con estas maravillosas
consignas, comenzó a funcionar en 1940, al frente del actual hotel Maitamá ,
carrera 17 con calle 21, esquina sur occidental.
Con la ampliación de los negocios se
fortaleció la venta de diversos productos
y con ojo avizor para el crecimiento de la empresa, resolvieron importar
la más grande calidad de productos: de Alemania, herramientas, parafina,
ferretería y radiolas; de
Checoeslovaquia , herramientas; de Polonia, relojes despertadores; de España,
herramientas; del Medio Oriente, especias, comino, pimienta, clavo de olor; de
Japón, parafina, lámina could rolled; de Inglaterra, enlatados, lápices de
tinta; de Estados Unidos, porcelanas sanitarias standard, máquinas de coser,
pianos, el daguerrotipo para hacer bombillos El Lobo, que según la propaganda:
dan más luz; de Brasil clavo de olor; de Ecuador, Chile y Perú, uvas pasas.
Muchos países más en una labor comercial encomiable y valerosa.
Industriales de raca mandaca.
Muy pronto decidieron emular con Vicente
Giraldo y comenzaron a fabricar sus propios productos como: Fábrica de jabón
para lavar; de colillas, de amplio consumo popular; fábrica de velas (chorriadero); fábrica de chocolates
marca O.K; fábrica de café el Lobo, la pura esencia del mejor café; fábrica de
café Victoria, la excelencia del excelso colombiano; una portentosa y admirable
capacidad de trabajo, laboriosidad y creación de riqueza, impulsora de empleo
calificado en la región.
En 1946 se abrió la sede de Cali, con la presidencia de Ramón Gómez Gómez, uno de
los socios, dedicado a la ferretería y
la venta de especias y desde luego a la importación de muchos países y los más
diversos productos, como hemos visto.
De igual manera se comenzó la construcción del
edificio Gómez, esquina de la carrera 16 con calle 17, edificio de gran
envergadura y espectacularidad para la época,
en donde comenzó a funcionar los almacenes, en 1949, aún sin finalizar la
construcción.
Nueve de abril de 1948.
Como era fama que los Gómez eran godos, las
hordas que surgieron del fatídico asesinato de Gaitán, apenas conocida la
noticia, saquearon completamente y acabaron con el esfuerzo de toda una vida, a
las dos de la tarde se llevaron hasta el último lápiz.
No obstante la solidaridad fue total gracias
al buen nombre de la empresa, los fabricantes europeos y los colegas nacionales
les brindaron todo su apoyo y el almacén hermano de Cali los volvió a surtir
vía ferrocarril. En esta época vendieron sus fábricas y se inclinaron a su
tarea principal como comerciantes. En 1959 empezó a funcionar la sede de la empresa en Bogotá con la presidencia
de Francisco Luis Gómez.
Sociedad Inmobiliaria Armenia Ltda.
Con Mowerman Hermanos
y Audifasio Toro Patiño se asociaron en los negocios de la construcción e
incursionaron con el antiguo Instituto de Crédito territorial en el programa
los tres ponen, por primera vez en Colombia, así se construyó buena parte del
barrio Alcázar y otros proyectos.
La Giralda.
Incursionaron con
mucho éxito en el mundo de los toros y construyeron una bella placita donde hoy
queda la ESAP, en 1941, incentivados por la presencia en el Quindío del torero
español Valentín Ritoré quién llegó a Colombia en 1944, después de la guerra
civil española; el torero de Andalucía se había conectado con Hernando y
Enrique Santos en el Tiempo y, a través de ellos, conoció las ganaderías de Salento y su futura esposa
Lucía Botero Londoño. Los hermanos Gómez traían los toros de los llanos
orientales, y la plaza floreció inclusive con figuras de la talla de Domingo
Ortega, desde luego Valentín muchas
veces toreó y se quedó entre nosotros hasta su muerte, con un hijo el brillante
periodista Oscar Ritoré y entre sus nietos Sebastián, figura de la fotografía.
La placita fue incendiada una tarde de
toros mansos y sin trapío.
La Voz del Comercio.
La maravillosa
vocación empresarial de los hermanos Gómez continúo y con su
característico sello de creatividad y
capacidad de trabajo incursionaron en la radio, los seguros y la compra de
café. Con el inolvidable Leonel Herrera Castaño, relacionista y publicista
destacado, fundaron el 14 de octubre de 1941, la emisora prestigiosa que
funcionó primero en una casona de la carrera 15 entre calles 21 y 22 y con el
tiempo se trasladó a su sede de la calle 19 entre carreras 19 y 20.
Con Herrera Castaño pusieron en marcha la
Agencia de Publicidad América; la sociedad funcionó con mucho éxito hasta 1953,
cuando las dos empresas quedaron en manos de Herrera y la emisora se afilió a RCN. Muchos
personajes de la radio y el periodismo
hicieron carrera en la afamada Voz del Comercio, menciono por
ejemplo al recordado Alfonso Valencia
Zapata, historiador y secretario de la AHQ por muchos años; a
Jorge Eliecer Orozco, quién participó en sus inicios de su fulgurante carrera
de escritor y periodista, Henry Pineda, Álvaro Hoyos Cardona, el recordado
Ernesto Acero Cadena; desde luego Álvaro Herrera Sanín y muchos más.
Banco Cafetero.
Con la pregunta cómo es posible que en la
tierra del café no funcione el banco del
grano, se convirtieron en gestores del funcionamiento de la primera oficina en
la región, que comenzó a prestar
servicios en la actual sede del consultorio jurídico de la Universidad La Gran
Colombia, edificio Cervantes, más tarde construyeron edificio propio donde hoy
queda Davivienda oficina principal.
Movimiento ciudadano pro batallón.
Participaron del movimiento social de Armenia
para conseguir fondos en búsqueda del lote para el batallón, a la postre,
gracias al vigoroso empuje cívico compraron enseguida del estadio San José,
donde fue construido el batallón Cisneros; con motivo del terremoto de 1999 el
batallón fue trasladado a Pueblo Tapao
en Montenegro.
Secado y compra de café.
Con el ingenio superior que los caracterizaba,
organizaron un depósito de máquinas para el secado de café llamadas guardiolas
para la época, funcionó en un cuarto de manzana de la carrera 19 esquina calle
22, contiguo al lote donde funcionó por años Gaseosas Regional del industrial
Oscar Jaramillo O'Brien. Al lugar lo llamaban La Giralda, en recuerdo de la
bella placita de toros.
Almacenes El Lobo fue uno de los fundadores de
Comfenalco, del capítulo de Fenalco y una de las primeras empresas inscritas en
la Cámara de Comercio y mereció el Mercurio de Oro, ya fallecido el gran Luis
Tito. No fueron ajenos a la creación del departamento y coadyuvaron en todos
los frentes de esta magna empresa.
Luis Tito Gómez Gómez es una de las figuras
más descollantes de la historia empresarial e industrial del Quindío,
meritorio, intuitivo, audaz, con capacidad de trabajo incanzable y una
imaginación desbordante para proyectar negocios, con apenas segundo de
primaria.
Con su hijo Luis Fernando Gómez Giraldo, quién
fue gerente de Almacenes El Lobo desde 1979, hemos recorrido los caminos y los
sucesos de un personaje inigualable: pulcro, servicial, elegante, culto al
exceso, de buenas maneras, siempre impecable en el vestir y en su vida
cotidiana; amante del Deportes Quindío,
con Luis Fernando siempre a su lado, se iban para el viejo estadio San José , eran los primeros, con paseo de olla,
almuerzo incluido, los mejores hinchas de una gloria de nuestra tierra, ahora
manchada por los negocios de un extraño.
Gómez Giraldo, a pesar de un pequeño accidente
casero, corre, busca, se ayuda para llegar con la foto, el café, los recuerdos,
la imagen maravillosa de su padre superior a su tiempo y superior a los afanes de la época; su verbo encendido
y sin pausa, me conduce por los pliegues y la vida de un ciudadano sin marcha,
honrado al exceso, excelente padre y esposo, antioqueño de pura cepa, ejemplo
de la realización de la colonización antioqueña.
Camino alelado por el hermoso parque del
Barrio Laureles, caro a mis afectos, y no puedo esconder una lágrima de emoción,
después de abandonar la casa de Luis Fernando;
antepasados como Luis Tito son un ejemplo valioso para las generaciones sucesivas. Un ejemplo
vital esplendoroso.
Por Gabriel Echeverri González.
Miembro de Número de la Academia de Historia del Quindío
1 Comentarios
Trabaje en el almacén EL LOBO de Armenia en el año de 1969. A pesar de haber sido un jefe estricto ( como debe de ser ) guardo un grato recuerdo de ese año con una mezcla de nostalgia y agradecimiento por DON TITO .
ResponderBorrarRecuerdo a Giovanny García, Bernardo , Rodas , Mario y muchos que el tiempo se ha llevado con los años y con ellos los recuerdos