El Camino del Quindío, senda que por siglos condujo y apuntaló el concepto de quindinidad

Atlas de la Nueva Granada
(Francisco José de Caldas)

Es necesario ver el desarrollo histórico del departamento a partir del influjo del camino del Quindío, senda que por siglos transfirió los hitos históricos, especialmente en el siglo XIX, que vigorizaron el concepto de quindianidad. Las circunstancias en su tránsito secundaron y definieron la historia regional y la ocupación de su territorio circundante.

La investigación de fuentes histórica corrobora el influjo de las primeras correrías y colonizaciones en los alrededores de la ruta, y su efecto en la fundación de pueblos, y consolidación de la identidad cultural en las montañas del Quindío. Uno de los lugares emblemáticos en el camino, son los puntos en el corregimiento de Toche y Boquía.  

La Gaceta de la Nueva Granada del 19 de abril de 1843, expone lo antes señalado. En un informe enviado por el gobernador de la provincia de Ibagué, señor Pastor Ospina, a la secretaría del interior y relaciones exteriores de la Nueva Granada de aquel tiempo, relata el acaecer en el adelanto de los trabajos de la reapertura del camino del Quindío.

A finales de febrero de 1843, se instaló el presidio en Toche, establecimiento proveniente de la ciudad de Honda.  El 1° de marzo de 1843 se principiaron las labores para la instalación de dicho presidio, labores consistentes en la construcción de dos casas (una de 40 varas  de fondo y 10 de ancho, y otra de 20 varas de fondo y 7 de ancho), una y otra reservadas para el alojamiento de los presidiarios. Se completó la construcción de dos pequeñas casas; una para proveeduría, y la otra para el posadero del tambo de Toche.

Bosque de palmeras en Tochesito diseñado por Sr Parent,
según bosquejo de Sr, Vizconde Blin
En cuanto a lo referente de la reapertura del camino, se montó un puente provisional sobre el rio San Juan para la movilidad de presidiarios que laboraban en el camino y los viajeros que cruzaban la vía. Así mismo, se empezó a conseguir la piedra que se aprovecharía en la cimentación del puente de cal y canto a construirse sobre el mismo río, y se acordó el lugar y la tala del sitio donde se establecería la nueva población.

Previendo la manutención de guardias, soldados, presidiarios y civiles, se ubicaron huertas para la propagación de las semillas propias del clima. Se emprendió el desmonte del camino desde Toche hasta el pie de San Juan, con un ancho de 25 varas, se construyeron  zanjas para recoger las aguas que surcaban el trazado de la ruta y que convertían en tremendos barrizales el trazado del camino. Obras adelantadas a costa de los fondos nacionales, y del servicio personal subsidiario.

La fundación de Toche se hizo en las vegas del rio San Juan, en las laderas de un volcán antiguo que hoy citan con el nombre de Machín, descubierto por un individuo que se aventuró en trepar su altura, con el objeto de buscar azufre, y que antaño lo llamaban: Cerro del humo, el gobernador de la provincia de Ibagué, señor Pastor Ospina, dio el nombre de Pijao. Sin duda, es el mismo que refiere el cronista Lucas Fernández de Piedrahita, cuando describe la provincia de Quimbaya, ubicada entre las ciudades de Ibagué y Anserma.

En sus crónicas comenta: “su temperamento ni es frio ni cálido pero tan favorable a los españoles, que en él se conservan muchos años libres de enfermedades. Hay en ella un volcán de humo, que respira en la gran sierra bien conocidas por sus laderas nombradas de Toche en que por una barandilla de piedra que los españoles han labrado se hace tránsito de Ibagué á Quimbaya”. Barandilla, que probablemente se encontrará en las faldas occidentales del rio San Juan por donde antes se transitaba. 

El volcán se divisa dese Toche, y fue Pastor Ospina, el primero que subió a la cima del domo del volcán, con el objeto de observar los fenómenos que allí se presentaban, y calcular la más conveniente dirección del trazado del camino.

En dicha correría, Ospina calculó la elevación del cono volcánico con una en 500 varas, y descubrió que en su cima estaba cubierta de bosque antiguo, y una porción de sus laderas, desprovista de árboles y provista de rocas y pajonales. Todos aquellos terrenos del domo presentaban temperaturas elevadas, donde se exhibían diversas fumarolas, que brotaban con violencia y ruido, acompañadas de corrientes de vapor de agua.

Cornisa de la Quindiu (Diseñado por Sr Paren,
según bosquejo de Sr. Vizconde Blin.
Importante precisión geológica hace Ospina sobre la composición de rocas que constituían la base del camino desde la quebrada de Machín, que entra al rio San Juan por el occidente del volcán, hasta la quebrada de agua caliente, que lo limita por el oriente. Al parecer de Ospina, estas eran de formación traquitea; es decir, que pertenecían a las emisiones volcánicas más antiguas, según los fundamentos de las teorías geológicas de la época. Pero no había sido seguramente el volcán que describió Ospina el único que había arrojado en aquellos lugares este tipo de rocas; pues ellas se encuentran por el rio San Juan arriba, en cuyas inmediaciones de la serranía oriental, donde también se presentaban altos montículos de escorias y arenas que no corresponden al terrera inicial, y todo demuestra que la formación volcánica en aquella parte es muy extensa, y que el Tolima fue seguramente su principal centro.
De la fuente histórica se deduce, que los Quimbayas se extendían hasta el rio San Juan; esto se deduce por los vestigios arqueológicos encontrados, sepulcros construidos cada uno con seis lozas de esquisto micáceo exactamente ajustadas, formando un perfecto paralelepípedo. Esto no se observaba al oriente y sur de aquel rio donde habitaban los pijaos, belicosa nación que tanto embarazó à los conquistadores, errante y más bárbara que la de los Quimbayas.

Igualmente, la crónica cuenta que la comunicación desde el valle del río Magdalena al del Cauca, antes de la conquista, se hacía por las hoscas sendas de los páramos. Ospina refiere que se conocían los vestigios de ese antiguo camino, que partía de Coloya en el distrito de Peladeros y atravesaba los páramos pantanosos del Tolima para llegar a Cartago viejo.

En cuanto al potencial de sus suelos para la agricultura, relata que las vegas del rio San Juan y las de Tochecito que desagua en él, en el punto de Toche, no son muy extensas; pero si son mui fértiles, y también lo son las faldas y mesetas que las dominan. Esa fertilidad fue el espacio, donde se plantaron los primeros sembrados de maíz, arracacha, papa, yuca y otras plantas, productos con los cuales se alimentaron los presidiarios y los nuevos pobladores.

Por todo lo antes expuesto, Toche por su situación geográfica, fertilidad y clima, se convertía en sitio indicado para la fundación de una de las primeras poblaciones sobre la senda del camino del Quindío, que oficialmente se decretó por el Gobierno Nacional de turno.  

Nota: El artículo “El Camino del Quindío, senda que por siglos condujo y apuntaló el concepto de quindinidad” (*), escrito por Álvaro Hernando Camargo, Miembro de Número de la Academia de Historia del Quindío y Vigía del Patrimonio, fue publicado en el Blog Camino del Quindío el 13 de marzo de 2018.
(*) Gaceta de la República de la Nueva Granada. Número 618. Mayo 7 de 1843. Informe del Gobernador de la Provincia de Ibagué Pastor Ospina, al Secretario del interior y Relaciones Exteriores de la Nueva Granada. Ibagué, 5 de abril de 1843.



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