Los Quimbaya y su metalurgia del oro

Hornilla de cerámica y guadua con cincéles de metal y piedra

Tanto la cerámica como la metalurgia del oro fueron destacadas técnicas de nuestros aborígenes. En efecto, la cerámica tuvo su origen en Puerto Hormiga, en un lugar de nuestra costa atlántica hace cerca de 6.000 años, siendo difundida a México y Perú 2.000 años después. Su aparición cambió la forma de vida de todos los indígenas americanos, al incorporar en su dieta alimenticia productos cocinados, pues hasta dicho invento, la totalidad de los alimentos que consumían eran crudos. No obstante, su importancia, dejaremos este tema para desarrollarlo en capítulos posteriores, para profundizar en el tema que hemos venido analizando que es el relacionado con el oro, habiendo sido los Quimbaya los mejores orfebres de todo el continente americano.  


En efecto, existieron grandes diferencias entre las culturas americanas, al punto que en América del Norte solo trabajaron sus indígenas la metalurgia del cobre, mientras que nuestros indígenas fabricaron piezas de oro puro y algunas otras con aleaciones de cobre.

Posibles migraciones hacia América. 
A raíz de la segunda guerra mundial, el etnólogo francés Paul Rivet, se desplazó de Europa a América y a nuestro país; y, profundizó en su teoría del origen múltiple del hombre americano. Además, elaboró mapas de América, relacionados con la metalurgia del oro y posteriormente escribió un libro llamado La Métallurgie en Amérique précolombienne, en 1946. A continuación un mapa de un catálogo del Museo de Oro del Banco de la República en Bogotá del año 1948, basado en sus investigaciones, con cuatro zonas claramente definidas:

- La desarrollada en Perú y Bolivia, empleando una técnica mixta, o sea la aleación de oro y cobre (tumbaga), con gran influencia en México y Guatemala;
- La de la costa atlántica de nuestro continente, entre Venezuela y las Guayanas, marcando su influencia hacia todo el Caribe, Colombia y Centroamérica.
- La colombiana, que fue tan especial, que Rivet le asignó una caracterización exclusiva, aunque tuviera también aleaciones de cobre y tumbaga; y,
- La de América del Norte, que era principalmente basada en el cobre.

De acuerdo con las investigaciones del etnólogo Rivet y del arqueólogo Gerardo Reichel-Dolmatoff, se ha demostrado que gran parte de nuestros aborígenes trabajaron el oro y el cobre, existiendo una época de gran esplendor de su cultura, que coincide con aquella a la que nos referimos en un capítulo anterior como los Quimbaya Arqueológicos o Período Temprano, antes del siglo X D.C. Se habló inclusive de extensión de la cultura de ese periodo, donde probablemente el área de influencia de la cultura Quimbaya temprana fue más amplia que la asignada a dicha etnia a la llegada de los españoles, que es aquella cultura que denominamos Quimbaya tardía, en la Hoya del Quindío.

Como el propósito de éste artículo no es el de demostrar una teoría sino el de aportar datos e imágenes sobre la forma como trabajaron nuestros aborígenes el oro, procederemos a explicar tal proceso, basados en textos e imágenes tomadas del Museo de Oro Quimbaya, en Armenia, propiedad del Banco de la República
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Metalurgia

Colgante de rostro humano
¿Cómo fabricaron los orfebres estos objetos?
En la América prehispánica los objetos metálicos fueron símbolos relacionados con la religión, el poder y la sociedad. El color, el brillo, el sonido y el olor eran las propiedades más valoradas del metal. Los artífices de la orfebrería Quimbaya fueron maestros en el manejo de las aleaciones de oro y cobre para conseguir diferentes colores y dominaron las técnicas de pulimento con las que lograban superficies brillantes.




La fundición a la cera perdida.
La fundición a la cera perdida fue el proceso básico utilizado por estos orfebres en la fabricación de la mayoría de sus piezas. Las cuentas de collar en forma de rostro humano fueron elaboradas con esta técnica.

En el próximo capítulo continuaremos con la presentación de objetos elaborados con ésta técnica y lo que ellos significaban, con lo cual esperamos estar contribuyendo a difundir la cultura de nuestros aborígenes, principalmente para aquellos que no hayan podido visitar el Museo de Oro Quimbaya; o, para quienes no se les ha ocurrido siquiera consultar la página electrónica que el Banco de la República pone a disposición del público en general en sus museos.

Nota: Se puede consultar mayor información relacionada en el Museo de Oro Quimbaya, del Banco de la República de la ciudad de Armenia, Quindío. (www.banrepcultural.org/armenia/museo-del-oro-quimbaya-1)

Por: Jorge Hernán Velásquez Restrepo y Carlos Alberto Mora Buitrago.
Miembros de Número de la Academia de Historia del Quindío.


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