Sala de Exhibición Arqueológica Quindos, en el Instituto de Bellas Artes de la Universidad del Quindío en Armenia |
Director Sala de Exhibición Arqueológica Quindos, Uniquindío
Hace unos meses, los medios de comunicación
nacionales informaron sobre la devolución a Colombia de 691 elementos
arqueológicos que fueron decomisados en España durante un operativo policial.
Las piezas, que estaban en manos de un ciudadano colombiano acusado de
narcotráfico en el país ibérico, fueron entregadas a representantes de la
cancillería y del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh),
quienes se encargaron de su traslado al país.
Valoración y apropiación
La entrega de este material fue celebrado por el
gobierno nacional como una muestra de colaboración entre los dos países en la
protección del patrimonio cultural y en nuestro departamento sirvió de
aliciente para avivar un debate que desde hace años inició la Academia de
Historia del Quindío, y que además de pretender el retorno al país del (mal)
llamado Tesoro de los Quimbayas, intenta generar una actitud de valoración y
apropiación ciudadana e institucional de los elementos que conforman el
patrimonio arqueológico departamental. Desde esta perspectiva, la del debate y
la inquietud sobre el destino que corren los cientos de objetos arqueológicos
quindianos que a diario ven la luz, LA CRÓNICA se ha pronunciado en repetidas
ocasiones: el hallazgo de un conjunto de tumbas en Filandia, el avance en las
acciones jurídicas relativas a la repatriación del (insisto, mal llamado)
Tesoro de los Quimbayas y hace pocos días, del retorno de las 691 piezas de
marras que servirían como pie para crear el Museo de Historia del Quindío.
Sobre este último hecho, dice el editorial del 6 de septiembre que a la falta
de interés por parte de las entidades administrativas frente al tema se suma la
poca gestión de la universidad del Quindío, quien tiene en custodia “piezas
arqueológicas de las Culturas Quimbaya Clásica y Tardía…que reposan en guacales
en no se sabe dónde”.
La custodia de las piezas
En efecto, la universidad del Quindío tiene en
custodia 1496 piezas arqueológicas de las regiones del Cauca Medio, Nariño,
Tumaco y Calima. Estas piezas no se encuentran en guacales ni mucho menos en
“no se sabe dónde”: 167 están disponibles al público en la Sala de Exhibición
Arqueológica Quindos, ubicada en el costado izquierdo del edificio de Bellas
Artes. El resto de elementos se encuentra en el depósito de la misma sala, que
cumple con las condiciones ambientales y de seguridad que se requiere en este
caso. Dicho sea de paso, el total de la colección se encuentra registrado de
acuerdo con los criterios que para tal fin establece el Icanh. A la sala
asisten diariamente ciudadanos de la región y de diferentes partes de Colombia
y el mundo. Así mismo, estudiantes de colegios y universidades de Armenia nos
visitan como parte de su proceso formativo. Como unidad académica adscrita a la
universidad, la sala de exhibición es un esfuerzo que realiza el programa de
Trabajo Social, el Centro de Estudios Regionales Ceir y la facultad de Ciencias
Humanas y Bellas Artes por valorar el pasado prehispánico y ofrecer a la
ciudadanía un espacio educativo y cultural que sume a la escasa oferta que en
este ámbito tiene Armenia.
¿Qué es el patrimonio arqueológico?
Sin embargo, creo que el debate que propone LA
CRÓNICA no debe limitarse a la identificación de unos servicios culturales
asociados a la conservación de piezas que conforman el patrimonio arqueológico.
Creo que en ese sentido, es necesario pensar que los objetos hacen parte de un
todo más amplio que incluye sitios e información, usos y potenciales sociales
que puedan generarse de esa información. Así, el patrimonio arqueológico no son
solo las piezas (cientos o miles de ellas), por más grandes, pequeñas o
elaboradas que sean. Es también el uso que hagamos de ellas, la responsabilidad
que tengamos con ellas y las acciones y conocimiento que podamos plantear de su
estudio. Desde esa perspectiva, ya no se trata solo de un reclamo histórico
entre estados, como es el que se quiere plantear entre Colombia (reclamante) y
España (reclamado). Se trata de acuerdos de diferente escala que incluyan
ámbitos menores: ¿sigue la ciudadanía tolerando la guaquería? ¿Sigue el
coleccionismo particular de piezas? ¿Son sólo las instituciones y los
gobernantes los responsables de la suerte del patrimonio arqueológico? ¿No es
atentar contra el patrimonio cultural arqueológico la constante negativa de una
cadena de restaurantes de devolver un espacio cuya utilidad debe ser
otra?
Desde la universidad del Quindío creemos que el patrimonio debe ser considerado
desde una perspectiva más amplia, ya que permite a una sociedad cohesionarse en
torno a ideas, lugares y objetos que representen valores particulares.
Creemos que su protección, salvaguarda y estudio es
una labor que implica mucho más que grandiosos espacios con música de fondo
donde se nos presente la historia o la cultura según un relato particular:
creemos que es conocimiento y relación de la academia, las instituciones
oficiales y la ciudadanía, creemos que implica investigación básica pero al
mismo tiempo respeto por formas diferentes de construir y entender el pasado y
la profunda convicción que el conocimiento de ese pasado permite pensar de
manera adecuada el futuro de nuestra región.
Correo enviado por el Presidente de la Academia de Historia del Quindío al director de la Sala de Exhibición Arqueológica Quindo con motivo del artículo "Arqueología,
guacales y museos: A propósito del Museo de Historia"
Apreciado amigo,
Estupenda la idea de revivir la noticia sobre este valioso material
arqueológico, del cual sabíamos todo su progreso por nuestro colega Roberto
Retrepo. A pesar de su existencia real, de vez en cuando hay que decir que
esas piezas aún están ubicadas en algún lugar conocido a objeto que la gente
vaya a echarles un vistazo. Lo deseable, eso sí, es que se tenga una
presentación didáctica, con letreros visibles que den información sobre las
características específicas de cada una porque de eso se trata. Esta crónica
en el diario de hoy va a servir de vehículo oportuno para que aumenten los
visitantes a Bellas Artes.
Sobre la denominación en singular o plural del tesoro de los quimbayas, no
hay todavía consenso. A menos que alguien nos convenza de lo uno o de lo
otro. Por lo pronto en la AHQ utilizamos el plural porque estimamos que se
ofrece una dimensión más amplia y abarcadora sobre el significado de esas
piezas. El debate a si corresponden totalmente a piezas calimas o quimbayas
es tarea de los expertos, pero por el momento el tesoro es una causa de todos
los quindianos.
Reciba un cordial saludo y la disposición de la AHQ a colaborar con su
proyecto de manera entusiasta y permanente.
Jaime Lopera
Armenia 23 septiembre, 2014
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