Jaime Lopera Gutiérrez[1]. Miembro de la Academia de
Historia del Quindío. Marzo de 2011
La vida y obra del
Libertador Simón Bolívar ha sido escudriñada por todos los lados y bajo todos
los lentes posibles. No obstante, hay un episodio ocurrido entre Jamaica, Haití
y Puerto Rico que, por muchas razones, sobrevive por el afecto de los
habitantes de esta última isla con la hazaña libertadora, y porque sienten que
su participación en la gesta de la independencia se dio por aquella
contribución de 1816. Así lo percibí durante una breve visita turística a la Isla donde pudimos obtener
directamente algunas noticias al respecto. Pese a las aparentes contradicciones
con los historiadores mas cercanos a Bolívar, este episodio quisiera recordarlo
con la misma fidelidad a los detalles que los historiadores boricuas le han
dado.
En efecto, en
reconocimiento al hecho de que Vieques es el único terruño puertorriqueño
pisado por El Libertador durante las gestas de la independencia, en 1972 el
cónsul venezolano en Puerto Rico obsequió a los viequenses con el busto de Bolívar
que decora la Plaza
Pública de la isla municipio.
Cada 24 de julio, aniversario de su natalicio, ante este busto acuden
miembros de la comunidad de Vieques y de la Isla Grande para
celebrar la grandeza del caraqueño y reafirmar los compromisos con las luchas
por la soberanía nacional y por la justicia social en Vieques, en Puerto Rico y
a través del continente.
Vieques es una isla
de Puerto Rico situada a 19
kilómetros de la costa de la isla mayor, con una
superficie de 134 km2., y una población actual de cerca de 10 mil habitantes.
Allí se sucedieron algunos episodios de nuestra historia que no han sido
enaltecidos suficientemente, y que tienen a Bolívar como su principal
protagonista durante la campaña libertadora emprendida desde 1812. Aprovechamos
este año una breve visita a Puerto Rico para examinar en la biblioteca pública
algunos detalles de este episodio del Libertador.
La
Isla Nena
La palabra Vieques[2] procede del lenguaje
indo-antillano (los caribes) y significa “tierra pequeña”; con ese nombre
apareció por primera vez en los mapas en 1527, y desde entonces se caracteriza
por sus pantanos de mangle y sus hermosos arrecifes de coral. Los primeros
ocupantes fueron franceses, quienes fueron expulsados por los españoles en
1647. La isla Vieques
es familiarmente llamada la
Isla Nena y por un tiempo también recibió el nombre de
“Isabel II” en honor a la reina de España que ocupó el trono entre 1833-1868.
España siempre
había tenido a Vieques como parte de sus dominios, y expulsaba a todos los intrusos,
en especial a los indios quienes después de la llegada de Colón se habían
refugiado en aquel islote. Por ejemplo, los españoles vieron un enemigo en
Cacimar, el cacique de Vieques, y por eso murió en batalla con los europeos; su
sucesor, el cacique Yaureibo, fue el último aborigen de la isla. Por su parte,
algunos arqueólogos boricuas han aceptado la teoría de que la isla de Vieques
se pobló por una de las siguientes dos migraciones indígenas: una que proviene
desde el río Orinoco, al norte de Venezuela, y otro grupo que hace alrededor de
dos mil años llegó allí desde los Andes colombianos.
Por sucesivos
periodos la isla de Vieques fue invadida por ingleses, holandeses y franceses.
En 1898, en virtud del Tratado de París, Vieques saltó a ser posesión de los
EE.UU.; y en 1917, por el Acta de J ones,
los viequenses se convirtieron en ciudadanos estadounidenses. Años más tarde,
en 1952, Vieques pasó a ser parte del Estado Libre Asociado de Puerto Rico[3]. La Marina de los EEUU
ocupó la pequeña isla por más de sesenta años, y allí estableció una base
militar en la cual se hacían frecuentes prácticas de tiro, además de servir de
base para las naves militares y los aviones que luego invadieron a Granada. Con
el tiempo, los viaquenses hicieron demostraciones públicas contra esos
ejercicios militares y llamaron la atención de la opinión mundial hasta 2003,
cuando el Presidente Bush ordenó la retirada de la marina de guerra de aquella
isla.
Empieza la Reconquista española
Los antecedentes de
la visita del Libertador fueron varios. No obstante que entre 1811 y 1815 la Nueva Granada se encontraba
de alguna manera debilitada por sus luchas internas. Este hecho parecía
facilitar los bríos de la
Reconquista española, aunque muchas ciudades ya habían proclamado unas sus “constituciones
soberanas”, y otras que no las hicieron
propias pero estaban en plan de redactarlas[4], lo cual era una muestra
de vitalidad que se fraguaba bajo el signo de la autonomía regional. Al
culminar la “campaña admirable”, Bolívar rescata a Caracas de las manos
españolas y, mientras luchaba por la unidad, veía perplejo que sus propios
compatriotas no se la permitían porque existían parcialidades amigas muy
activas a favor de la Corona española[5].
De allí que las
diferencias entre los realistas, o partidarios del rey de España, y los
independentistas, que consideraban llegada la hora para librarse de la Monarquía,
produjeron desde entonces esos dos nuevos bandos neogranadinos que habrían de
gravitar por muchos años en la historia de nuestro país: los centralistas como
Nariño, partidarios de un gobierno único para la Nueva Granada ; y los
federalistas que rechazaban las intenciones de la Junta de Gobierno de Santa
Fé de convertirse en la delegada del poder que ya no tenían los peninsulares.
Bolívar había
llegado a la Nueva
Granada después de haber sido derrotado de Venezuela. En
agosto de 1813, al dar comienzo a su operación de “guerra a muerte” a españoles
y canarios, entra triunfante a su natal Caracas, convocando a los extranjeros a
vivir en Venezuela como ciudadanos a cambio de enrolarse en los batallones
patriotas. Después de una espantosa tragedia en La Guaira, Bolívar se enfrenta
a su primera derrota en la Hacienda San
Mateo , por parte de las tropas de Boves. En abril de 1815, el general español Morillo
desembarca en la isla
Margarita con quince mil hombres para iniciar el proceso de la Reconquista.
La empresa de
pacificación española, se vio amenazada por los oprimidos, por los esclavos,
por los guerrilleros e insurgentes que no se acomodaban a las instancias de las
camarillas de notables en Santa Fé y Caracas aunque estaban procurando el mismo
propósito. Los emigrados neogranadinos y venezolanos (Santander, Serviez,
Urdaneta) designaron las nuevas autoridades de la República , bajo la comandancia
de Santander y luego la
de José Antonio Páez. En esas estaban cuando cundió la
noticia de que Morillo ya había salido de la Nueva Granada para dominar las
fuerzas rebeldes en Apure y el Orinoco venezolano.
La libertad de
esclavos
Por aquel entonces,
Bolívar enuncia la libertad absoluta de los esclavos que al parecer le
permitiría abrir un importante canal de solidaridad con los gobiernos de J amaica y de Haití[6]. El general mismo había
decidido, o se le había insinuado, encabezar una delegación neogranadina para
visitar esos dos países en busca de ayuda a los propósitos de independencia que
ya se habían puesto en marcha. Para convencer a los jamaiquinos y los
haitianos, Bolívar exhibe sus ofrecimientos sobre la libertad de esclavos que
habían sido anunciados en Venezuela unos años antes [7].
Su correspondencia personal en busca de ayuda es
numerosa. Es famosa su carta con seudónimo en el periódico oficial de esa isla,
The Royal Gazette, firmada por “un
suramericano”. Pero todo fue es vano: ni le respondieron las cartas ni le
ofrecieron ayuda. La causa parecía perdida[8]. En ese instante la invade
la preocupación de que Napoleón, derrotado en Waterloo, decida venirse para
América y, en una carta a Pey, le advierte sobre esa posible amenaza: “debemos
combatir a Bonaparte como el precursor de mayores calamidades que las que aquí
sufrimos” [9] .
El 14 de mayo de 18 15
Bolívar llega a la isla de J amaica
en un buque militar de bandera inglesa. Desde Kingston le escribe al gobierno
patriota de las Provincias Unidas de nuevo con noticias acerca de la posible
llegada de Napoleón a Suramérica, mientras se pone de acuerdo con Luis Brion
para que entre a la Nueva Granada
por el Atrato. Como resultado de estas gestiones, en septiembre 6 de 1815
Bolívar expide su extensa y famosa “Carta de J amaica”
en la cual critica, entre otros mensajes, la ineficacia de las formas
federales, como acababa de sentirlo en Venezuela, al mismo tiempo que le pide
permiso al presidente de Haití, Alejandro Petión, para visitarlo en Puerto Príncipe.
Bolívar llega a
Haití, procedente de J amaica, el 24 de diciembre de 18 15,
y allí sostiene una larga entrevista con el Presidente Alejandro Petión. Este
mandatario, que había seguido de cerca los pormenores de la lucha de
independencia que adelantaba el Libertador, se comprometió a ofrecerle unos
recursos consistentes en hombres, municiones, fusiles, víveres, una imprenta
completa, el flete de siete goletas y un dinero que habrían de servir para
iniciar una expedición a la costa venezolana donde los reductos españoles se
concentraban para la
Reconquista.
Expedición de Los Cayos
Los antecedentes
libertarios de los haitianos habían comenzado en Paris. Una delegación de
haitianos había estado allí durante los desarrollos de la revolución francesa
de 1791 para pedir la libertad de la población negra de esa isla, que entonces
era posesión francesa. No tuvieron éxito. Pocos años después, hacia 1801, hubo
una primera respuesta libertaria gracias al general F.D. Toussaint (también
llamado L´Ouverture por el agujero
que mostraban los dientes delanteros de su boca) quien proclamó una
constitución para su país en 1804, la segunda en el continente. Posteriormente
su sucesor, el general Dessalines, se declara como el primer emperador nativo,
con el título de J acques I, y
anuncia matar a toda la población blanca de la isla para crear una república
totalmente negra. Unos años después, Petión queda al mando del sur de la isla,
hasta 1822 cuando es reemplazado por J ean
Pierre Boyer.
Como fruto de la persecución desatada por los
españoles, que lo buscan por mar y tierra, en diciembre de 1815 Bolívar sufre
un atentado en el cual muere uno de sus acompañantes, Felix Amestory, apuñalado
en la hamaca donde se suponía que estaba el Libertador: al parecer, según las
consejas, Bolívar andaba en aventuras amorosas en la casa de madame Juliana,
una criolla de origen francés, y no había regresado esa noche a su casa. Pasado este incidente, y aprovisionado de
algunas armas y víveres, Bolívar sale de Jamaica en dirección a Cartagena
resuelto a forzar su entrada a la ciudad luchando contra el bloqueo de Morillo.
En el camino, un corsario llamado Giovanni (apodado “Barba Luna”, y a bordo de
su nave “La Republicana”) le informa que Cartagena está perdida y que muchos
patriotas habían abandonado la ciudad para asilarse en las Antillas. Bolívar da
marcha atrás y regresa hacia Haití [10] .
Las acciones de
1816
En el mes de enero de 1816, Petión le ofrece a
Bolívar una dotación de fusiles con bayonetas, cartuchos y piedras de chispa.
No obstante, le advierte que la operación debe llevarse a cabo con la mayor
discreción y le aclara que Roberto Sutherland, un comerciante británico de
Puerto Príncipe, será su enlace con el fin de no comprometer directamente su
gobierno. La mercancía debería situarse entonces en la isla Beata , situada en
el extremo meridional de la isla española de Santo Domingo, desde donde debía
partir la expedición a efectos de no hacerlo desde territorio haitiano [11].
Hacia el mes de febrero, en los cayos de San
Luis, Bolívar expone sus planes y sus medios para realizarlos, a sus amigos y
jefes militares, diseñando una estrategia consistente en sublevar a Venezuela
antes que Morillo termine su reconquista de la Nueva Granada. En
marzo del mismo año, el gobernador español en Venezuela, Salvador Moxó,
enterado de la existencia de una “guerrilla de malvados enemigos” de su
Majestad Fernando VII que habita en Haiti, le pide inútilmente a Petión que les
retire su apoyo y que entregue a esa “chusma” de conjurados a las autoridades
españolas. Para ese momento la expedición se materializa seis goletas, un
bergantín y únicamente 250 hombres, pero con la estrategia de que las noticias
debían llegar notablemente exageradas a oídos del Pacificador Morillo [12].
La expedición de Los Cayos pone rumbo hacia la isla Margarita , pero
la amante de Bolívar, Josefina Machado, su madre y una tía, son desembarcadas antes
en la isla Tortola
bajo la protección del Libertador. El 19 de abril, cerca de la isla
dinamarquesa de Santa Cruz, los patriotas capturan una goleta española cargada
con cacao que deciden vender en una parte cercana, la isla sueca de San
Bartolomé, para mejorar las finanzas de la expedición.
Luego de salir del
puerto de Los Cayos, en la parte occidental de Haití, la flota bolivariana se
detuvo 3 días en la isla
Beata al sur de la frontera entre Haití y Santo Domingo, para
continuar su itinerario por la parte meridional de la hoy República Dominicana.
Pero el 19 de abril
de 18 16 llegan a la isla de Vieques
cerca de las costas de Puerto Rico,
hecho que se celebró con salvas de artillería; días mas tarde, el 25 de abril, arriban
a la islita holandesa de Saba, distante 20 Km de San Bartolomé, desde donde se dirigen
hacia Margarita,
no sin librar, el 2 de mayo, el combate naval de Los Frailes en la que la
escuadra de Luis Brión captura el bergantín español El Intrépido y la goleta Rita.
El 3 de mayo de 18 16
tocan por fin suelo venezolano en la isla de Margarita; luego de lo cual las
fuerzas expedicionarias de Bolívar pasan a Carúpano donde proclaman de nuevo la
abolición de la esclavitud; desde allí se dirigen por Ocumare hasta Maracay; pero, acosados por las tropas
españolas, prefieren retirarse dejando
parte del parque en la playa y la mitad de sus soldados quienes, bajo el mando
de McGregor, emprenden la retirada por tierra a través de los valles de Aragua
hacia oriente, episodio conocido como la retirada de los seiscientos.
Versiones
puertorriqueñas
Las versiones
boricuas con relación a este episodio bolivariano tienen varias fuentes. Según
un artículo de Augusto y Salvador Perea, Bolívar parte de Venezuela (y no desde
Cartagena, como lo afirman otras fuentes), determinando ir a J amaica, vía Bonaire, en dos goletas pequeñas: la
capitana llamada “Mariño”, en la que viaja acompañado por su secretario J . Gabriel Pérez; y la goleta “Brión”, al mando del
capitán Antonio Rosales. Al poco tiempo, las naves arribaron a las costas de
Vieques donde encalló la
“Mariño ”. Una goleta española que por allí pasaba fue
abordada por los soldados del Libertador, quien le exigió a su capitán que la
liberaría a cambio de trasladar a St. Thomas a tres señoras emigradas que
venían en el pasaje desde Venezuela. Enseguida, Bolívar desembarca en Vieques
en busca de provisiones.
Por su parte
Aurelio Tió, de la Academia de Historia Puertorriqueña, en una
versión diferente, relata que después de la derrota de los patriotas de la Nueva Granada por parte del
general Morillo, Bolívar pasó a Curazao y, de allí, a Los Cayos de Haití donde
organiza, con Petión, una expedición con
siete goletas y trescientos hombres entre los que se encontraban sus futuros
jefes militares. No obstante, el 9 de mayo de 18 15 Bolívar se ve impulsado a
regresar desde la Nueva
Granada a J amaica,
y de allí a Los Cayos y Puerto Príncipe en Haití, donde el mismo Presidente
Alejandro Petión, le organiza nuevamente una flotilla de guerra con seis
goletas, una balandra y doscientos cincuenta hombres que desembarcaron en la isla Margarita
derrotando a las fuerzas españolas. No obstante, cuando Bolívar deja atrás las
aguas borinqueñas y llega en la goleta “Mariño” hasta la Guaira , el 16 de agosto de 18 16,
allí encontró una confabulación de sus propios oficiales. Entonces decide
retornar a Haití para demandar de nuevo la benevolencia de su amigo Petión, con
lo cual dio por terminada su primera expedición a Los Cayos. Reunido con Brión,
Bolívar logró zarpar por segunda vez hacia el continente el 21 de diciembre de 18 16.
Otras versiones borícuas
En otras versiones
puertorriqueñas que conocimos de cerca, se hacen anotaciones diferentes. Al
anochecer del 5 de
agosto de 18 16, Bolívar, recién cumplidos sus treinta y tres años,
llega a la playa de la isla caribeña de Vieques, en el bergantín “El Indio
Libre”, procedente de Haití donde cinco meses antes había comenzado una primera
expedición libertadora. Venía navegando desde la costa norte de Venezuela
después de su derrota por reconquistar al territorio y traía en su tripulación
unos grupos de mujeres, niños y ancianos que había decidido dejar en la isla
danesa de St. Thomas. Estaba agotado, sin víveres, ni agua, ni dinero. Cuando
avista la pequeña isla de Vieques, al este de Puerto Rico, decide
aprovisionarse debidamente. Un velero español que por allí pasaba cae en manos
de Bolívar quien, para liberarlo obligó al hispano a trasportar su pasaje hasta
St.Thomas.
En la isla de
Vieques vivía entonces un ciudadano con titulo de comandante, llamado J uan Roselló, quien en sus informes reportó una
partida de insurgentes, los de Bolívar, que habían invadido su casa a una milla
de la playa. En
su relato cuenta que “le mataron cuatro
bueyes, todas las gallinas, le robaron dos barriles de sal, uno y medio de
harina, el baúl con ropa y papeles que contenía, con 186 pesos metálicos unos
pocos del que da el parte y el resto lo tenía guardado de particulares. También
un esclavo de su propiedad, hachas, y demás instrumentos de trabajo; una
carabina, un par de pistolas, con cuanto contenía la casa…”[13]
Una vez
abastecidos, los expedicionarios dejaron las aguas borinqueñas después de cinco
días de permanencia y se dirigieron a Venezuela. A su llegada, dos suboficiales
de su expedición, J osé Bermúdez y
Santiago Mariño, no solo se negaron a reconocer la autoridad del Libertador
sino que también se amotinaron para que abandonara el puerto. Bolívar regresó
otra vez hacia Haití en medio de una tormenta que azotó su expedición durante
tres días hasta que llegó al pequeño puerto de J acqmel.
Y nuevamente Alejandro Petión lo ayudó para su nuevo intento de arribar a
Venezuela a mediados de diciembre de 1816 [14].
Estos fragmentos de
la historia revelan la clase de esfuerzos unitarios que existían entonces entre
los habitantes del Caribe (Haití, Puerto Rico, Vieques [15]) para comprender y
fortalecer los intentos de Bolívar, y sus amigos, en favor de la libertad y la construcción
de un sistema democrático que alojara los anhelos independistas surgidos con la
dignidad propia de unos combatientes por la emancipación americana. Algunos
detalles de los historiadores puertorriqueños pueden diferir de otras versiones
continentales, pero enriquecen la interpretación de este momento de Bolívar en
la historia de la Independencia.
[1] Jaime Lopera Gutiérrez,
escritor y periodista, es actualmente Presidente de la Academia de Historia del
Quindío, y autor de “La Colonización del Quindío”, “Compendio de Historia del
Quindío” y otros ensayos gerenciales. Trabaja en la “Historia del Eje
Cafetero”, obra que verá la luz en breve. Es también el compilador de “La Culpa es de la Vaca”,
obra muy reconocida entre los libros
colombianos de autoayuda.
[2] El
sacerdote sonsoneño Londoño
Botero, autor de la monumental obra cronológica “Bolívar
Paso a Paso” (cfr.: Emiliano Londoño Botero, Bolívar Paso A Paso. Registro diario de los hechos y escritos del
Libertador; Universidad
Católica de Manizales, Manizales, 2009), señala que la isla fue conocida también con el nombre de Bique. Y
añade: “tomé ese dato de los “Escritos
del Libertador (Tomo I, pagina
465), publicación de la
Sociedad Bolivariana de Venezuela, de 1990” . Correspondencia
personal, octubre 2009.
[3]
Serrano López, Dámaso, Alcalde. Breve
Historia de de Vieques, vía Internet, 2006.
[4] Rueda Vargas, Tomás, Visiones de Historia. Bogotá, 1930. Pág. 7.
[5] Herrera Tovar, Juvenal. Bolívar, el Hombre de América. Ediciones Convivencias, Medellín,
2000. Pág. 99.
[6] Liévano Aguirre, Indalecio. Los Grandes Conflictos Sociales y Económicos
en Nuestra Historia. De la campaña libertadora al Congreso de Panamá.
Intermedio, Bogota, 2004. Págs. 21, 29.
[7] Hoyos
Korbel ,
Pedro Felipe. Bolívar y las Negritudes.
Hoyos Editores, Manizales, sin fecha. Págs. 344 y ss.
[8]
Londoño, op. cit, Tomo I, pag.
367
[9]
Londoño, op. cit, Tomo I, pag.
368
[10] Londoño, op. cit., Tomo I, pag. 380
[11] Londoño, op. cit., Tomo I, pag. 387
[12] Londoño, op. cit., Tomo I, pag. 394
[13] *Los hermanos Augusto y Salvador Perea, historiadores puertorriqueños
de la década de 1930, ubican a Bolívar
en Vieques en agosto de 1816. Igual
información surge de un comunicado oficial del Comandante Militar en Vieques,
Juan Roselló, con fecha del 13 de agosto de ese año. Cfr. Robert Rabin. Venezuela, Vieques y la Lucha Inconclusa
de Bolívar. Varios ensayos y estudios. http://groups.yahoo.com/group/bieke_pr/.
[14] Citado por el escritor Robert
Rabin, nacido en Boston, quien vive en Vieques desde 1980. Es miembro fundador del Comité Pro Rescate y
Desarrollo de Vieques; Director/Fundador del Archivo Histórico de Vieques;
Director del Museo Fuerte Conde de Mirasol en Vieques para el Instituto de
Cultura Puertorriqueña. Cumplió una
sentencia de seis meses en la
Cárcel Federal de EU en San Juan en 2002 por su participación
en la campaña de desobediencia civil pacífica contra la presencia militar en
Vieques.
[15] Cfr., Meléndez López,
Arturo. La Batalla de Vieques. México:
COPEC-CECOPE, 1982. http://groups.yahoo.com/group/bieke_pr/.
Ver también Jesús Delgado Burgos. Vieques:
baluarte y defensa en la conquista y colonización de Puerto Rico.
Universidad de Puerto Rico, Facultad de Humanidades, Programa Graduado De
Historia. Monografía preparada para el curso Geopolítica del Archipiélago
Antillano y de las Marcas Continentales.
Puerto Rico, 2003.
1 Comentarios
¿Y qué hay de los símbolos de identidad territorial: himnos, banderas, escudos? ¿Por qué no se tratan aquí si están, incluso, oficializados?
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