Me encontré en la vida con… Jacobo Arana Losada

Foto tomada de La Nueva Crónica del Quindío

 

Ilustre matemático, profesor universitario, escritor y notable ciudadano, nacido en Pitalito –Huila- el 17 de julio de 1937, sus padres Jacob Arana Spir, curtido comerciante de origen libanés, y María Magdalena Losada Cuéllar colombiana, en su primer matrimonio la señora María Magdalena tuvo cuatro hijos: Silvano, Elcira, Rosaura y Georgina; con Jacob padre cuatro hijos: Jacobo, Floralba, María Elena y Juan José.

Sus padres le quisieron dar al niño Jacobo la mejor educación y desde primer año estuvo en instituciones con internado, así: 3 años colegio Mesa de Elías, corregimiento de Timaná, con apenas ocho años, desde luego una etapa muy dura por su corta edad, previamente había hecho kínder, primero y segundo en Pitalito; el año quinto de primaria lo terminó en Pitalito. Entró a la Normal Superior en Pitalito, dos años, en el colegio Santa Librada de Neiva, de donde fue expulsado por sus inquietudes tempranas y su espíritu rebelde, en el entretanto jugaba fútbol y basquetbol con energía juvenil; volvió a Pitalito, dos años de Normal, estudió en Garzón y en San Agustín, finalmente se hizo bachiller en un colegio de Bogotá, a donde había viajado con platicas ahorradas con rifas y pequeños negocios, en 1959. Colegio Interamericano.

 

Universidad Libre. Bogotá.

Ingresó a la conocida universidad a estudiar Matemáticas, graduándose con honores en 1964, pero por su inquietud e inteligencia, desde segundo semestre dictaba clases en la universidad Incca y la propia universidad, ya graduado fue profesor de la Libre hasta 1966, inclusive.

Jacobo se había interesado en la política progresista de la capital y conoció muchos líderes entre ellos,  menciono a la bella dirigente Yira Castro, más tarde casada con Manuel Cepeda Vargas, padres del senador Iván Cepeda; en esa época conoció a brillantes profesores como Eduardo Umaña Luna- padre de la facultad de Sociología de la Universidad Nacional- Gerardo Molina, Orlando Fals Borda, Carlo Federici- mi recordado maestro de lógica en Filosofía y humanidades- una pléyade de notables intelectuales que hicieron grande a la Universidad Libre de Colombia. El maestro y gran colombiano Gerardo Molina fue su protector en la Universidad.

En ese valioso período de la formación de Jacobo, es importante mencionar su cercanía con el ex presidente Alfonso López Michelsen, gozó del aprecio del ilustre gobernante hasta el final de sus días.

En dicha institución comenzó su carrera docente: de 1964 a 1967 fue rector de los liceos, en la sede de Bosque Popular; director del departamento de matemáticas y decano de la facultad de educación y miembro de la Consiliatura, el órgano de gobierno y presidente de los sindicatos de profesores y trabajadores de su alma mater. En la Universidad Libre conoció y fue su amigo el abogado y congresista Ramón Buitrago Herrera, egresado igual que su colega Enrique Gaviria Liévano, ambos fallecidos.  

Contrajo matrimonio con la distinguida dama de Calarcá Gloria Inés Montoya Gutiérrez, Gloria Inés matemática de la UQ, contadora y con varios posgrados, fue rectora del colegio Nacional, del colegio de Pueblo Tapao y docente de la UQ;  en dicho hogar tres hijos: Yuri Javier, ingeniero civil de la UQ, especialización elaboración de proyectos, Universidad Javeriana; María Cristina, Administración Turística, Universidad de Manizales e Indhira Patricia, médica UQ, especialización Administración Médica, UQ, Medicina interna, endocrinología.

 

En la Universidad del Quindío.

Ya con notoria experiencia profesional fue nombrado profesor de matemáticas en noviembre de 1967, creando una escuela en torno a sus saberes, algunos de sus discípulos como Hernando Hurtado, destacado por sus brillantes alumnos en el exterior, desde luego muchos más aquí y allá.

Arana fue director del departamento de matemáticas, decano de la facultad de ciencias, vicerrector académico en 1978; autor de los programas de ciencias sociales, de educación, de topografía, por encargo del rector Fabio Arias Vélez, en una de sus rectorías fue rector encargado en varias oportunidades.

Autor de valiosos textos de estudio: Álgebra Lineal; Lógica matemática; matemática para ingenieros; ensayos de lógica.

 

Estudios superiores.

Evaluación de libros de texto, beca otorgada por el gobierno del presidente López en colaboración con la OEA, Estado de Aragua Venezuela, duración tres años y medio. 1975.

Administración universitaria. Instituto Colombiano de Educación Superior, Universidad Javeriana, tres años y medio. En Bogotá.

Computación para la docencia, Universidad Antonio Nariño, tres años.

 

Producción literaria.

Alcanzada la correspondiente condición de retiro, y después de haber publicado La Historia de la Universidad del Quindío, Arana fiel a su acostumbrada capacidad de trabajo y a su talento, no se ha quedado quieto y se ha dedicado a la literatura; ha escrito por lo menos dos novelas y varios cuentos que permanecen inéditos, trabaja casi diariamente en su agradable casa de la Nueva Cecilia, en una tarea intelectual incansable.

Entre sus novelas es dable mencionar: El tiranosaurio res; Una vida y muchas más; La inteligencia artificial ojo; Sobre el origen del hombre; autor de un poco más de 30 cuentos, entre ellos 12 infantiles, y otros cuentos, narraciones sobre genocidios y violencias; un cuento sobre Euclides Jaramillo Arango; otro cuento sobre el camino de los indios; varios cuentos sobre pesca, que incluye algunos pescadores amigos; el dolor de una madre. Es autor de El Quindío es un paraíso, poemas escritos en la época del terremoto.

 

Condecoraciones.

La Universidad del Quindío lo distinguió como profesor titular y emérito del alma mater, que lo destacó como uno de los más importantes valores docentes.

Jacobo Arana Losada es un personaje, activo, eficaz, brillante en el buen desarrollo de sus actividades docentes, además despierto en los negocios, investigador y escritor serio, nunca ajeno al decurso social y económico de su patria, desde la primera hora fue irreverente y nunca ha tragado entero, polemista y estudioso; en la Universidad Libre participó activamente en muchos actos fuera de ella, algo similar ocurrió en la UQ, dejando una estela de logros destacados.

Con el fin de participar de la vida política departamental fue candidato tres veces a la Asamblea   Departamental por el partido liberal, sin éxito, dejando mensajes de hondo contenido social.

En esta oportunidad me ha parecido importante destacar el periplo vital de un gran ciudadano que ha sido luchador durante su existencia, lector de valía y voraz que ya ha donado su biblioteca; un señor a carta cabal, educador, escritor, un patriota que no ha descuidado la defensa de los valores fundamentales y que en la Universidad del Quindío sembró su talento entre millares de estudiantes. Un padre de familia que ama a sus hijos y nietos y que adora a esta tierra que lo acogió. Un gran señor y un buen colombiano. Un gran abrazo amigo Jacobo, adelante siempre.

 

 Gabriel Echeverri González.

Académico de Número / Academia de Historia del Quindío

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