Foto tomada de La Crónica del Quindío (25-02-2018) |
Defensora insomne de los
derechos femeninos, nació en Circasia el 7 de febrero de 1931, sus padres
Miguel López Grajales y Teresa Sánchez, oriundos de Sonsón de donde huyeron a
las volandas por la violencia partidista. Hija única.
Miguel fue un aguerrido
dirigente liberal, alcalde 4 veces, concejal y personero de la ciudad libre de
Colombia, en el momento más difícil de la violencia fue detenido y encarcelado
en Medellín, en unión de 26 dirigentes liberales, entre los cuales estaba Darío
Leyva Troncoso, ampliamente conocido por su vertical defensa del partido y de
sus ideas. Las persecuciones no cesaron y por mucho tiempo debió esconderse.
Valentina hizo sus
estudios primarios en el colegio de las Monjas en Circasia y curso cuatro años
de bachillerato en el colegio de la Presentación en Manizales, concluyendo su
bachillerato en Las Capuchinas en Armenia en 1950. En 1954 fue elegida Reina
del Café de Caldas, representando a Circasia.
Los derechos de la mujer.
Desde su juventud
defendió con ardentía la igualdad de derechos y con su padre recorrió palmo a
palmo y casa por casa en la defensa de las mujeres y el apoyo al plebiscito
surgido con el famoso acuerdo que creó el Frente Nacional. En 1958 fue una de
las primeras mujeres en ocupar puesto en las corporaciones, con otras
aguerridas dirigentes, decisivo momento de la historia: Esmeralda Arboleda de
Uribe para el Senado de la República; Anacarsis Cardona para la Cámara de
Representantes, por Armenia; Mery Patiño de Rodríguez , Asamblea de Caldas, por
Armenia; Gabriela Zuleta, Asamblea de Caldas, por Pereira; Judith Botero Zuluaga, Asamblea de Caldas por
Manizales; Valentina López Sánchez, Asamblea de Caldas por Circasia y Josefina
Valencia de Hubach, hermana del Expresidente Guillermo León Valencia, al Senado
por el Cauca.
En plena campaña conoció
al médico de la ciudad Rogelio González Ceballos, quién había llegado de
Salento donde había ejercido su medicina rural; después de un corto noviazgo
contrajeron matrimonio, tres hijos: Jorge Andrés, ingeniero agrónomo, dos
hijos: Miguel y Manuel; Mario, médico neurocirujano, dos niñas: Valentina y
Antonia y Joaquín, abogado, lector voraz, dos hijos: Pablo y Santiago.
González Ceballos se ha
destacado por una carrera política admirable como Representante a la Cámara,
por varios períodos, Senador, Concejal, Diputado y Gobernador del departamento.
En mi ensayo sobre las Semblanzas de los Gobernadores del Quindío[1],
el amable lector, podrá encontrar detalles más completos sobre su vida y su obra.
Valentina, líder, dirigente
e inteligente dama de armas tomar, no volvió a personalmente a la lucha
política, pero en la carrera de su esposo y en la formación de su bella familia,
ha sido baluarte y guía fundamental, hasta hoy, sin perder su agudeza
intelectual y su memoria prodigiosa.
Club de Jardinería.
Fiel a su constante
laboriosidad ingresó al Club de Jardinería de Armenia y a lo largo de los años,
más de 50, ha sido una constante colaboradora, presidente en 5 oportunidades y
testiga del crecimiento del Club, de la creación y auge de la Asociación de
Corporaciones de Clubes de Jardinería de Colombia, del proceso de tecnificación,
de la finura y calidad de las exposiciones nacionales y regionales, en fin de
lo que ha significado para el Quindío el Club de Jardinería, animado además por
muchas damas, entre las cuales se debe mencionar: Eunice Restrepo Arias (
q.e.p.d), Ruth Figueroa, Amparo Velásquez de Aljure, María Luz Montoya García y
la actual presidente Olga María Zuluaga Jaramillo, para mencionar algunas de
las muchas damas comprometidas con estética floral.
Actualmente las
apreciadas damas del Club están promocionando la Escuela de Medio Ambiente,
inscribiendo su trabajo y dedicación al cuidado de la naturaleza y a la
ecología. En esa dirección se han afiliado al National Garden, organismo internacional que les va a permitir
participar en el rol internacional del tema como jueces y juzgadores.
De reina, ama de casa,
dirigente y abanderada de los derechos de la mujer, Valentina López representa una etapa decisiva en la historia
política regional; en la tranquilidad de su bella casona comprada por su abuelo
materno Pedro Sánchez a Don Pascual Mejía, una hermosa edificación que engalana
la plaza de Bolívar de Circasia y que debería ser un monumento resguardado de
la horda turística que ya le echa ojitos para volverla un restaurante; desde
esa mansión impecable y tranquila, con su voz segura y firme, nos habla de las
dificultades sin cuento en la violencia y de las limitaciones que impedían a
las mujeres asistir a la universidad y educarse. Su lucha al lado de su padre
es un legado indudable para la historia colombiana y constituye un elemento
valioso de las luchas femeninas, una de las banderas de la ideología liberal.
Valentina López de
González es una dama vigorosa que se mueve como pez en el agua en la hermosa
ciudad que la vio nacer; madre y esposa amantísima, su vigor y su agudeza
mental permanecen intactas, lo que le permite dirigir admirablemente su hogar, atender
a Rogelio en su madurez, dar sabio y oportuno consejo a sus hijos; desde luego,
asistir y participar activamente de los avatares del Club de Jardinería.
No le es ajeno el tema
político nacional, la situación del partido, los hechos cotidianos que ocurren por
aquí y por allá; el bello paisaje lejano invita a las añoranzas de su vida y de
sus progenitores, la memoria de Miguel y de Teresa, sus padres, atiza el
recuerdo imborrable de un amor para siempre. Conocí a Valentina en la lucha
política, no era protagonista, pero su opinión y su consejo oportuno ha sido
decisivo para su esposo y amigos.
Quiero destacar en esta
crónica la valentía, el significado de una lucha en una época crucial de la
historia, el papel de su señor padre y de ella misma, en la defensa del
plebiscito, el Frente Nacional y el comienzo de los derechos femeninos,
alcanzados después de esas luchas iniciales, gracias a mujeres maravillosas
como Valentina. El derecho al voto, a ser elegidas, comienzo de la plenitud de
igualdades que hace parte, actualmente, de nuestro ordenamiento jurídico.
Una mujer sencilla
valiosa y excelente madre. Símbolo de la mujer colombiana.
Por Gabriel Echeverri
González.
Miembro de la Academia de Historia del Quindío
[1] Echeverri González, Gabriel.
Semblanzas de los Gobernadores del Quindío. En Volumen quinto Biblioteca de
Autores Quindianos, Academia de Historia del Quindío. 2016.
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