¿Dónde están los restos de Tigrero?

Mausoleo de Jesús María Ocampo (Tigrero) y su espesa el
14 de octubre de 1998, día de su inauguración.
Por Armando Rodríguez Jaramillo - Miembro de la Academia de Historia del Quindío. Armenia, 8 de julio de 2015

Escribo este artículo como armenio, llevando en el corazón la ciudad de mis mayores. Para empezar, debo recordar que participé el 28 de octubre de 2014 en la reunión que hizo la Academia de Historia del Quindío con la alcaldesa de Armenia, Luz Piedad Valencia Franco, y con el entonces director de Departamento Administrativo de Planeación Municipal, Camilo Casadiego Millan, para hablar del lamentable estado que presentaba el parque de Los Fundadores luego que la administración municipal permitiera que en las fiestas de octubre se instalaran, entre los monumento históricos de la ciudad, casetas y bailaderos.

En esa reunión, y en otra que tuvo la Academia con Casadiego Millán el 12 de febrero último, expuse la importancia patrimonial del parque. Manifesté que Los Fundadores fue construido en 1964 para el aniversario 75 de Armenia y que allí se concentran sus más emblemáticos monumentos: la escultura a los Fundadores representada en el Tronco y el Hacha del maestro Roberto Henao Buriticá, el muro pétreo con los nombres de los integrantes de la junta pobladora, el mausoleo con los restos del fundador Jesús María Ocampo y su señora esposa Arsenia Cardona y la plazoleta ovalada donde tomó posesión Ancízar López López como primer gobernador del Quindío el 1 de julio de 1966, amén de otros elementos.

Les dije que a la invasión del espacio público, escasa vigilancia, deficiente alumbrado, precario mantenimiento de sus zonas verdes y pileta central, deterioro de sus monumentos, grafitis grotescos por todas partes y desaseo evidente, se sumaba la incomprensible actitud de la Alcaldía en los últimos años, a través de Corpocultura, oficina que debería ser guardiana del patrimonio y el civismo, de entregar en alquiler la plazoleta ovalada, y medio parque más, para instalar casetas y bailaderos transformando en muladar los emblemas de los armenios y en orinal la tumba de “Tigrero”.

En esas reuniones las autoridades municipales anunciaron, en un aparente acto de contrición,  la remodelación del parque y recuperación de sus monumentos. Convencido de que por fin habían entendido que los monumentos históricos hacen parte del patrimonio de los pueblos, y que como tal, deben ser conservados, me despreocupé de las obras que se iniciaron hace aproximadamente dos meses. Sin embargo, con el paso de los días, lastimosamente me percaté que la llamada remodelación del parque no expresa respeto por el patrimonio ni por la ciudad.

Estado actual del mausoleo de Jesús María Ocampo y su esposa

Acompañado de la duda razonable, ingresé a la plazoleta de Los Fundadores y encontré que el mausoleo de Jesús María Ocampo y su esposa estaba desmantelado y parcialmente demolido, y que en el lugar se acopiaban guaduas y estacionaban motos. Pero lo que más me impactó fue no saber de los restos del fundador de Armenia y su esposa, pues la caja en cemento, en la que se depositó el cofre en 1998, estaba vacía.

Estado de abandono que presenta el monumento
a los Fundadores del maestro Roberto Hanao
Buriticá 
De igual forma pude darme cuenta cómo las zonas duras que se construyen alrededor del monumento de los Fundadores (el Tronco y el Hacha) se hacen sin prever medida alguna de protección, al punto que la escultura está sucia y empolvada, y salpicada de mezcla de cemento. Esto sin hacer referencia al estado de abandono total de los demás monumentos del parque.


Así que como armenio no puedo dejar de preguntarme: ¿Dónde están los restos de Jesús Maria Ocampo y Arsenia Cardona?, ¿acaso no eran merecedores los fundadores de la ciudad, que sus restos se hubieran trasladado con el debido protocolo a un lugar temporal mientras se construye el próximo mausoleo?,¿por qué el monumento a los Fundadores, entregado por el Maestro Roberto Henao Buriticá en 1939 con motivo del cincuentenario de la ciudad, no ha sido cubierto para protegerlo mientras avanzan las obras?,  ¿por qué la administración municipal muestra tanto desprecio por la historia de Armenia y su fundador?

Pero si esta es la forma en que trata la Administración Municipal los símbolos de los cuyabros: ¿dónde están los dirigentes y veedores ciudadanos?, ¿por qué guardan silencio las entidades cívicas y organizaciones sociales?, ¿de dónde acá nos volvimos un pueblo pasivo?, ¿acaso será que la Ciudad Milagro no tiene dolientes?, ¿en qué recodo de la historia quedó perdido el civismo y nos volvimos insensibles con los monumentos de la ciudad?

Es por esto que ante la debacle del civismo en que nos encontramos, propongo a los cuyabros que todavía sienten su Armenia, que consigamos una bodega para guardar y proteger los seis monumentos que tradicionalmente han estado en el parque de Los Fundadores y que le solicitemos a la Diócesis de Armenia que regrese los restos mortales de Jesús María Ocampo y Arsenia Cardona a la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús donde por mucho tiempo estuvieron, mientras llega una administración municipal o una nueva generación de armenios que si valoraren el patrimonio y la historia de su ciudad.

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