Valioso geólogo, escritor e historiador nacido en Armenia el 3 de octubre de 1941, su señora madre Silvia, ya fallecida, 7 hermanos: Estella, Cecilia, Ofelia, Gloria, Graciela, Ezequiel y Gabriel.
Curso kínder en el colegio Santos, primaria en la escuela pública Marco Fidel Suárez y General Francisco de Paula Santander y culminó su bachillerato en el colegio San Luis Rey, en 1964, después de haber estudiado hasta quinto de bachillerato en el egregio Rufino J. Cuervo. Compañero varios años de estudio del eminente escritor y pensador Nodier Botero Jiménez, cuya partida en plena madurez dejó un vacío en la cultura regional.
Ingresó a la famosa facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia —sede Medellín— donde estudió con mucho éxito Geología y Petróleos, culminando en 1971 como ingeniero geólogo.
Contrajo nupcias con la distinguida profesional María Mora Rodríguez, bacterióloga de la Universidad Católica de Manizales, 8 años con un proyecto investigativo de la Universidad de Antioquia y 16 años, funcionaria en medicina deportiva en Indeportes Antioquia; en este matrimonio tres hijos: Felipe, ingeniero Administrativo de la Universidad Nacional sede Medellín, especializaciones en Harvard, MIT- Instituto de Tecnología de Massachusetts- doctorado de la Universidad de Cambridge, actualmente vive en Luxemburgo, un hijo Rafael; Lucía, Magister en Germanística y Traducción Simultánea, Universidad de Maguncia Alemania, vive en Ulm, una hija Emilia; Federico, Historia y Ciencias políticas en la Universidad de Heidelberg- Alemania-.
Comenzó su vida laboral
como consultor en Integral Limitada, de 1969 a 1970; oficina de Valorización de
Medellín de 1971 a 1974; Estudios Técnicos, de 1974 a 1976 y este año, ingresó
como docente de Mecánica de Suelos, hasta 2000, en la facultad de Minas, -
UN-sede Medellín-año en el cual alcanzó su jubilación.
Rumbo al viejo continente
Becado por la Fundación
Konrad Adenauer, se especializó en ingeniería geológica, trabajo de doctorado
en mecánica de rocas y obras subterráneas. Título: Dr.rer.nat. (equivalente a
PH.D). Universidad: Escuela Técnica Superior de Aachen, Westfalia del Norte (en
Alemania se conoce como RWTH Aachen), situada en una de las bellas regiones de
dicha nación, desde 1979 hasta 1984, una época de extraordinaria formación
personal y familiar, con importantes repercusiones para su cátedra, sus
investigaciones, sus aportes científicos, desde luego para los estudios y el
futuro de su propia familia. Su esposa María Mora hizo cursos regulares de
especialización en Bacteriología en la RWTH de Aachen y posteriormente control
bioquímico en la Escuela Superior del Deporte, adscrita a la Universidad de
Colonia, Alemania.
Trabajo científico
Gracias a su formación académica
y su experiencia como ingeniero consultor ha escrito numerosos trabajos e
investigaciones: Ensayos de mecánica de rocas para el diseño de las obras
subterráneas del desarrollo hidroeléctrico del río Sumapaz; estudio de las
propiedades mecánicas de las rocas, proyecto Río Grande en Antioquia en la
segunda etapa; ha sido consultor de proyectos; autor de inmensa documentación
elaborada como materiales de estudio, cuadernos de ingeniería geológica de la
Universidad Nacional, entre los cuales es menester señalar: Empuje de suelos,
1996; Capacidad de soporte del suelo, 1997; Mecánica de rocas I y II,
1998-1999-; Flujo a través de medios fracturados, 1999; muchos más.
Curiosidad y sapiencia
Desde la primera edad
brillo con fervor por la lectura, su afán innato de investigación y a la par su
inclinación por las matemáticas y la geometría, amó las letras, el estudio de
la lengua y como alumno aventajado del profesor Marco Fidel Suárez —maestro de
castellano del colegio Rufino— se apasionó por los libros que atesoró durante
su brillante existencia: una gran biblioteca técnica la donó a la Universidad
Nacional; los libros en alemán, a estudiantes conocedores del idioma y su
hermosa biblioteca de temas diferentes la conserva, con sus pasiones como El
Quijote que ha leído 4 veces, El infinito en un junco, con dos lecturas, y
desde luego, su maestro Bertrand Rusell, filósofo, matemático, lógico, escritor
británico con obras fundamentales como La Conquista de la felicidad, Principia
matemática, Matrimonio y moral, para mencionar algunos de su larga producción
intelectual; un pensador al que sigue con pasión y conocimiento profundo de su
obra. Lector ferviente, vuelve sobre los textos trabajados con el afecto
imperecedero de sus destacadas motivaciones espirituales e intelectuales.
Cronista e historiador lugareño
Dotado de inteligencia y curiosidad innata, su preparación lo ha llevado a publicar varios libros: 1) Memorias de un estudiante desmemoriado, con recuerdos de su vida estudiantil y de su infancia, 2013; 2) Un cuyabro en Alemania, 2018. 302 páginas; un texto agradable de su experiencia de estudios con su grata familia, la realización de un sueño, que como bien lo dice en el epílogo: “(…) algo que al fin y al cabo era un sueño, uno que sume a los tantos que he tenido, y más que eso: era una búsqueda (…)”; 3) Te acordás hermano qué tiempos aquellos. 2016. Artes y Letras. 200 páginas. Un bello trabajo de remembranzas de la ciudad de sus amores, la Ciudad Milagro del siglo pasado, algunas figuras emblemáticas y el recuerdo del colegio Rufino.
Actualmente prepara un libro sobre la historia de Armenia y tiene un texto inédito listo para editar con fotos, titulado: Los pájaros de la floresta. Es columnista frecuente de un periódico virtual y con asiduidad escribe también en La Crónica del Quindío.
Exaltados sus méritos científicos y docentes por su alma mater, Carrillo regresó a su querencia para examinar con sobrada intuición e inteligencia, los años de su infancia y juventud, con páginas estupendas merced a su memoria intacta y feliz: la Ciudad Milagro en sus tradiciones, sus personajes y lugares icónicos, que la buena pluma del ensayista retrata con solvencia y conocimiento. Uno de los méritos de sus actuales producciones, es la finura del detalle y la descripción fotográfica de lugar y de situaciones específicas. Bien lo dice el propio maestro Josué: “Una vez más me he dado a la agradable tarea de sacar a la luz una nueva criatura literaria, si es que así se le puede llamar al hecho de llenar páginas en blanco. En ella hay varias crónicas sobre épocas pasadas de Armenia, que merecen quedar registradas en alguna parte, antes de que el tiempo tienda sobre ellas un manto de olvido y desaparezcan del recuerdo de quienes las vivieron. Otras son rememoraciones de varios personajes de esta ciudad, cuyo recuerdo ya empieza a borrarse y solo queda en quienes los conocieron y que cada día son menos. Las páginas dedicadas a ellos no son más que un homenaje humilde a su memoria (…)”[1].
Con Josué Carrillo y la
compañía de su distinguida esposa María, repasamos la vida y obra de un
ciudadano ejemplar, estudioso y brillante, un científico doblado de humanista,
apasionado por el saber y maestro, sencillo y afable en su vida cotidiana, que
en los prados de su apacible retiro y en la confortable biblioteca, vuelca su
corazón sobre la noble ciudad de sus amores y de sus afanes existenciales; un
padre de familia amantísimo que respira bondad y sapiencia, un admirable
peripatético que igual que prepara como sabio repostero las mejores tortas,
explica a pensadores como su maestro Bertrand Rusell, con el lenguaje claro del
buen pedagogo. Un ciudadano meritorio cuya trayectoria honra a la región, igual
que su familia maravillosa. El hermoso paisaje de la cordillera central y peñas
blancas, proyectan la figura sonriente del apacible profesor y escritor, una
figura amable de Colombia, un ser humano singular.
Grabriel Echeverri
González
Académico de Número 1 –
Academia de Historia del Quindío.
[1]
1) Carrillo, Josué. 2016. Te
acordás hermano qué tiempos aquellos… Editorial Artes y Letras. 200 páginas.
0 Comentarios