Salento P.C.C.C.

El municipio de Salento de gran reconocimiento turístico en el Paisaje Cultural Cafetero estuvo a punto de quedarse por fuera de esta inclusión por desconocimiento de sus gobernantes en el momento clave, en razón a que cuando la zona fue visitada por la comisión de UNESCO para definir los municipios y las veredas a incluir, fueron llevados al valle de Cocora y con mucha sorpresa ellos manifestaron que el municipio Padre del Quindío no sería incluido por no tener ninguno de los 16 atributos de la designación como P.C.C. en razón a que allí no había cultivos de café, afortunadamente reaccionaron a tiempo y visitaron las veredas de Palogrande, Palestina,   Chaguala, La Palmera, San Juan y El Castillo ubicadas el sur del municipio en límites con Armenia y Calarcá donde se encuentran más de 300 fincas cafeteras, recordemos que el Paisaje Cultural Cafetero no es el municipio completo, son las veredas que tienen una buena presencia de fincas cafeteras. Caso similar le pasó a La Tebaida que se quedó por fuera de la declaratoria siendo el único municipio quindiano que no cumplió los requerimientos por tener muy poco café cultivado en la zona rural.

La zona urbana de Salento, aunque tampoco hace parte de la declaratoria, si es un buen referente del manejo y la conservación que se le ha dado a la arquitectura, ya que se han conservado gran parte de sus casas de bahareque donde se destacan los techos o cubiertas en teja artesanal de barro, los cielo razos de gran colorido y simetría con lamparones rosetados, las ventanas con balcones chambranados y enmarcadas en coloridos arabescos con postigos de alta filigrana para camuflar la  mirada desprevenida de sus habitantes aún salentinos, los zócalos en madera de tabla parada conservan la finura de sus cortes y los colores tradicionales de la Colonización Antioqueña a la vez que protegen la salpicadura de la lluvia complementando que allí caen mas de 500 aguaceros al año  aportando más de 2500 mm del preciado líquido al rio Quindío el mayor afluente hídrico y surtidor del acueducto de Armenia y La Tebaida.

El municipio igualmente se caracteriza por tener sitios para tomar un buen café o conocer sobre el grano a través de los coffee tour diseñados por algunas fincas tradicionales que ofrecen alojamiento, exquisita gastronomía y cafés especiales; en el tema gastronómico, es bueno aclarar que ni la trucha es originaria de Salento ni el patacón es salentuno y que ya no se cultiva la típica papa salentuna, las truchas cultivadas en la región son traídas en huevos sexados desde Canadá, sexados para que sean hembras porque estas producen mas carne que los machos y a través de un proceso técnico son eclosionados para obtener después de 12 meses una trucha comestible de 250 gramos aprox; el plato típico de los salentinos tradicionales hace más de 50 años estaba basado en el maíz y sus múltiples derivaciones como la arepa, la mazamorra y las sopas de cuchuco o de maíz quebrado.

Fundado en 1842 se tiene el referente de su creación como colonia penal para la mejora del Camino Nacional, para luego crecer en torno a dicha institución; sus primeros pobladores cultivaron maíz, trigo, frijol, papa, caña y en general productos para su alimentación básica, además engordando cerdos y aves de corral que les servían de subsistencia y ahorro para algunas fechas especiales, lógicamente no faltaban las bestias de carga para la movilidad de los productos por las trochas y las montañas, el café llega a fines del siglo XIX y muchos de sus productos tradicionales desaparecen para dar paso además del café, a la ganadería, a los frutales y al cultivo de árboles maderables.

 

Fernando Jaramillo Botero

Académico de Número 3 – Academia de Historia del Quindío.

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