Tres días de encanto para propios y visitantes que reúne más de siete mil turistas. Un desfile que inicia en el Mirador Colina Iluminada y recorre las principales calles y parque del municipio de Filandia y en el que se pueden apreciar ocho alegorías alusivas a distintas épocas.
La actividad cuenta con la participación de actores naturales –adultos mayores, población con capacidades especiales, estudiantes, niños de hogares infantiles, asociación de artesanos, asociaciones de emprendimientos económicos, organizaciones sociales, autoridades civiles y militares–, reuniendo más de 1.500 personas.
Alegoría prehispánica y/o indígena: recrea símbolos relacionados con la colección Quimbaya, hallada en Filandia en 1890. Se representan los aportes materiales e inmateriales del encuentro de las dos culturas.
Alegoría descubrimiento y
conquista: muestra lo concerniente a la llegada de los conquistadores, el
sometimiento y dominación de los aborígenes de la hoya del Quindío.
Alegoría época de la colonia: De 1550 D.C. hasta 1810 D.C. Se caracteriza la práctica de la guaquería; auge de la minería de la provincia Quimbaya. Además, la extinción y dispersión de los indígenas; la Ilustración, la Expedición Botánica.
Alegoría época de la
independencia: recrea episodios del Camino del Quindío en la gesta de la
independencia, especialmente lo relacionado el paso del Libertador.
Alegoría paisaje cultural cafetero: Pone en valor la cultura cafetera, el proceso del café, sus organizaciones sociales, costumbres y manifestaciones culturales.
Alegoría festivalito arrieritos por el camino del Quindío: Los niños de los hogares infantiles personifican las alegorías contenidas en el festival.
Alegoría época republicana: escenifica la influencia de las colonizaciones concurridas por el camino. Formas de viaje, transporte, cargas –turegas, rastras, barbacoas, parihuelas, leña, café, ceroteo, etc.–, uso de semovientes –cargueros humanos, mulas y bueyes–. Comúnmente denominada arriería.En paralelo, se desarrollan distintas actividades, como la feria agroempresarial ‘Mi pueblo, mi producto, mi orgullo’; y muestras culturales a cargo de las escuelas de Formación de la Casa de la Cultura y de los artistas locales, tales como el encuentro de música popular campesina, que muestra el talento de los artistas locales. También, una muestra gastronómica utilizando los frutos autóctonos de Filandia; exposición de arte religioso; un conversatorio de Historia, con la partición de historiadores locales e invitados; muestra de los juegos tradicionales; una exhibición de balcones decorados con símbolos del Paisaje Cultural Cafetero; y la muestra fotográfica: Filandia y su biodiversidad.
Su patrimonio artesanal
tradicional se engalana y exhibe en la ruta del bejuco y la cestería: un tejido
artesanal por el Camino del Quindío, que se acompaña de un recorrido por los
patios de las casas filandeñas, y una noche histórica y cultural en las fondas
camineras.
Álvaro Hernando Camargo
Bonilla
Academia de Historia del
Quindío - Académico de Número 7
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