Calarcá es
considerado el primer municipio donde se cultivó café en el departamento,
fundado por Segundo Henao y otros colonos más, el 29 de junio de 1886, el mismo
año en que en Atlanta Estados Unidos se inventaba la Coca Cola que hoy contiene
una buena dosis de cafeína. La economía cafetera y la extensión de su territorio
le dieron a este municipio la supremacía regional durante las primeras décadas
del siglo XX, poder que fue desapareciendo con el desarrollo de Armenia gracias
al ferrocarril del Pacífico que llegó a la hoy capital departamental el 24 de
abril de 1927 para dinamizar las exportaciones de café por el puerto de
Buenaventura. En Calarcá se instalaron las esculturas de un caficultor y de la
Diosa de la Agricultura realizadas por Cesar Gustavo García Páez, esta obra que
también se encuentra en el Parque Nacional del Café en Montenegro; en Armenia
Abiézer Agudelo instaló en la Calle Real la Venus del Café.
El café
colombiano se populariza en todo el mundo gracias a su calidad y suavidad
lograda por las variedades cultivadas y por la recolección manual, el beneficio
húmedo con aguas limpias y el secado con esmero y cuidado evitando el deterioro
del grano que llegará a la taza con excelsas condiciones organolépticas para
ser degustado por gran cantidad de consumidores del mundo que hoy consumen cerca
de 13 millones de sacos anuales exportados por nuestro país. El nombre de Juan
Valdez ha fortalecido el café colombiano posicionándolo en los países
consumidores que ven en este icono colombiano una de las marcas más reconocidas
en el mundo; Juan Valdez nace como marca
en 1959 y es creada por la D.D.B. norteamericana para promocionar el Café de
Colombia, el primer personaje que representó la marca hasta 1969 fue el cubano
José Duval, reemplazado luego por el antioqueño Carlos Sánchez quien al
pensionarse deja la representación al también antioqueño Carlos Castañeda que
desde 2006 lleva con orgullo esta denominación por todo el mundo.
El café colombiano tiene un gran crecimiento
en la producción y los mercados
mundiales a partir de 1920 coincidiendo con el poblamiento en esta región
producto de la Colonización Antioqueña que durante 150 años aproxadamente fundó cerca
de 150 pueblos que ven en el cultivo de la rubiácea la solución a la crisis
económica que generó su migración al sur buscando el porvenir para sus hijos y
un techo para su familia, el incremento del consumo mundial producto del
desarrollo de Europa y los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial
llega en un momento oportuno para el gran crecimiento del Eje Cafetero que hoy
orgullosamente lleva la designación de Paisaje Cultural Cafetero destacando la
relación entre la familia y el cultivo del grano por más de cien años.
Calarcá se
destaca por la multivariedad de sitios para tomar café, desde una finca
campesina donde el “café cerrero” o la “chaqueta con aguapanela” despuntan la
mañana, hasta un barco en las montañas que evocan los primeros navíos donde se
inician las exportaciones en 1835, cafeterías en el área urbana y exóticos
recorridos cafeteros en haciendas tradicionales donde nacionales y extranjeros
disfrutan con la versatilidad y conocimiento de los guías locales o la
sapiencia de los caficultores quienes se sorprenden al ver personas de todo el
mundo que vienen a conocer algo tan sencillo para ellos como hacer un buen café,
de hecho es un pastor llamado Kaldí quien en las montañas de Etiopía descubre
la bebida para la humanidad cuando los monjes para eliminar al demonio tiran y
queman todas esa pepas rojas que comían con gran placidez las cabras, a partir
de ese momento, solo los monjes y las clase alta de la sociedad pueden consumir
la sin igual bebida. Es el papa Clemente VIII quien decide autorizar que el
pueblo tome café, por ello, en Francia a partir del siglo XVIII surgen los cafés
para tomar café; Luis XIV Rey de Francia envía colinos de café a sus colonias
en América diseminando el cultivo de café en todo el trópico americano, de la
Guyana Francesa pasa a Venezuela y a Colombia entra por Santander siendo el
padre Francisco Romero en Salazar de las Palmas quien pide a los penitentes
sembrar café para buscar la redención económica de la empobrecida región. Santander
es el primer exportador de café y su economía a mitad del siglo XIX se soporta
en alto grado con el mercado internacional del grano que sale por puertos
venezolanos.
El colegio
San Luis Rey de Armenia lleva el nombre como homenaje a Luis XIV a quien se
atribuye el envío del café a América y quien posterior a su reinado fue
santificado por la iglesia católica.
Fernando Jaramillo Botero.
Académico de Número 3 - Academia de Historia del Quindío
Enero de
2022
0 Comentarios