Han pasado 92 años desde que el gobierno nacional contrató con la firma francesa “Regie Generale de Chemins de Fer et Travaux Publics” la construcción del corredor férreo entre Ibagué y Armenia el cual incluía la construcción el túnel de la línea con una longitud de 3.526 metros de longitud, con un plazo de ejecución de 36 meses y un valor total de $6.000.000; quienes solo alcanzaron a ejecutar 290 ml de túnel y 8 km de explanación, que tuvieron que abandonar por la dificultad de superar el desafío de la topografía de la cordillera central en el paso por el alto de la línea, ante esta situación y al no poder avanzar con el trazado de la línea férrea, se le dio continuidad a la construcción de la carretera entre Armenia e Ibagué.
Han pasado 92 años desde que el gobierno nacional contrató con la firma francesa “Regie Generale de Chemins de Fer et Travaux Publics” la construcción del corredor férreo entre Ibagué y Armenia el cual incluía la construcción el túnel de la línea con una longitud de 3.526 metros de longitud, con un plazo de ejecución de 36 meses y un valor total de $6.000.000; quienes solo alcanzaron a ejecutar 290 ml de túnel y 8 km
Posteriormente y después de realizar muchos estudios, en el año 1999, el Instituto Nacional de Vías contrata con el CONSORCIO LA LÍNEA: GÓMEZ CAJIAO - CONSULTORÍA COLOMBIANA S.A. - ESTUDIOS TÉCNICOS S.A. a nivel de fase II para el desarrollo de la vía Armenia – Ibagué (con base en los estudios ejecutados por SILVA Y CARREÑO). Estos estudios sirvieron como soporte para que, en el año 2004 mediante un contrato de obra pública, se iniciara la construcción del túnel piloto, cuyo objetivo inicial era el de establecer con mayor precisión el conocimiento de la compleja geología de la cordillera central y su sistema de fallas geológicas y una vez terminado le sirviera de túnel de rescate al túnel principal.
Han transcurrido trece años en la ejecución del proyecto de infraestructura más importante desarrollado en Colombia, constituido por un túnel principal de 8,2 km, un túnel piloto o de rescate, 23 túneles cortos, 31 viaductos, 21 km de vías en doble calzada y 3 intercambiadores viales, con una inversión aproximada de 3,1 billones de pesos; este proyecto generará impactos muy positivos con relación a la protección a la vida de los usuarios que transitan por el corredor, a la disminución de los tiempos de viaje, a la disminución de la accidentabilidad y siniestralidad en la carretera, al mejoramiento sustancial en el nivel de servicio del corredor vial, al aumento de los flujos de comercio exterior, y al aumento de la competitividad de la región y del país.
Hoy nos encontramos al final del túnel, con la
perspectiva de que en el mediano plazo nuestra región se convertirá en un
centro de desarrollo del país, puesto que terminados los corredores viales en
doble calzada Ibagué - Cajamarca, Cajamarca - Calarcá el departamento del
Quindío quedará con una conexión rápida con el centro del país y además con el inicio de la construcción del corredor doble
calzada Calarcá – Cartago, que a su vez se conectará con el desarrollo vial de
la troncal del occidente (Pacíficos 1, 2 y 3) el cual nos llevará con una ruta en doble calzada
hacia Medellín, y la inaplazable construcción de la doble calzada Calarcá - Cartago
nos acercará aún más a la ciudad de Cali y al puerto de Buenaventura. En otras palabras, aprovechando
la excelente posición geográfica de nuestro departamento, la infraestructura
vial nos conectará estratégicamente con Antioquia y Valle del Cauca, lo que
implicará cambios sustanciales en el ordenamiento del territorio principalmente
en cuanto a usos de suelo urbano y rural, el turismo regional, la agroindustria
y el sector de servicios entre otros.
Ing. Uriel Orjuela Ospina
Academia de Historia del Quindío - Académico Correspondiente.
10 de noviembre de 2021
0 Comentarios