Ingeniero intachable, ciudadano
ejemplar, nacido en Armenia el 22 de octubre de 1936 en el hogar conformado por
Jesús Antonio Gómez Duque y Graciela Jaramillo. Don Jesús, oriundo de Granada
Antioquía, viene a mi memoria como el apreciado y recordado secretario–tesorero
del colegio Rufino; su figura seria pero bondadosa que ejercía el notariado de
nuestras notas y al cual era imposible halagar para saber un resultado urgente;
su conducta intachable y su generosidad, simbolizaban ese fortín moral siempre
apreciado por nosotros los alumnos del Rufino de todos los tiempos. La señora
madre costurera y heredera de esa costumbre antioqueña, un hermano, Alberto,
ingeniero civil.
Ramón hizo sus estudios de primaria y
bachillerato en el colegio San José de los Hermanos Maristas, concluyendo su
bachillerato en 1955 pero antes de graduarse permaneció un año en la Escuela
Militar de Cadetes. Trabajó cuatro años en la empresa Shell Cóndor de Barrancabermeja,
pero su hermano Alberto, su eterno mecenas y padrino, lo matriculó en la
universidad del Cauca, donde se graduó con honores como ingeniero civil en
1965, un año antes de la creación del departamento. Algunos de sus compañeros
de aulas que siguen siendo amigos incondicionales: Samuel Eduardo Salazar
Echeverri y Alejandro Ángel Mejía de Pereira, José Fernando Salazar de
Manizales y Fernán Cardona Cardona.
Casado con la distinguida señora Ligia Arango Mejía, dos hijos: Ana Milena, sicóloga de la universidad Javeriana, casada con Diego Parra, economista, una hija, Antonia; Andrés publicista y fotógrafo, casado con Juliana Botero Saffón, una hija, Frida.
Ingeniero, formación y moral.
El señorío de Popayán y el arraigo de la bella ciudad colonial afianzarían en Gómez Jaramillo su ética intachable que heredó en el hogar. Con sonoridad y alegría repite: yo no necesité Código de Policía, fuimos educados. En efecto, su trayectoria de constructor, interventor, gerente de proyectos, ingeniero residente, han permitido una vasta actividad profesional, siempre enmarcada en los más altos cánones de la ética profesional, una experiencia en construcción de obras civiles e interventoría de proyectos de acueducto, alcantarillado, pavimentos, proyectos de acueducto, vivienda, estructuras de concreto, obras de urbanismo y vivienda de interés social en Armenia, Pereira, Cali , Bogotá y Barrancabermeja. Más de 45 años de ejercicio profesional con su socio y amigo de todas las horas Hernando Varón Cuartas, igualmente ingeniero civil de la universidad del Cauca y señor a carta cabal.
En suma, un profesional intachable que es un ejemplo para el Quindío y para Colombia, así lo demuestra su extraordinaria hoja de vida y la transparencia en su vida cotidiana, más de 45 años haciendo bien las cosas, pero lo más importante, con total y absoluta honradez.
Lo tuve cerca en la remodelación de la Clínica San José, ahora llamada Sagrada Familia, cuando ejercía como Gerente de los Seguros Sociales; ya sabía de las excelsas condiciones profesionales y morales y su impecable trabajo en los resultados de dicha remodelación, fueron argumento suficiente para constatar esas condiciones sobresalientes.
Amor por Armenia.
Pocos como Ramón Jairo aman hasta el exceso a su ciudad natal; con el científico Alfonso López Reina y otros amigos fundó la Asociación Todos por Armenia y por muchos años se reunieron para idear programas y proyectos para la ciudad de sus afectos. Por las razones propias de la politiquería, nunca fue Alcalde y a estas alturas del partido pienso lo bien que hubiera sido una administración bajo su mando. No obstante, No detiene su andar y su aguda observación y actualmente busca hablar con el actual burgomaestre, Carlos Mario Álvarez Morales, para entregarle las inquietudes de un ciudadano que camina por las calles de la ciudad, que le duelen los problemas de la Ciudad Milagro. Gómez no es ajeno a la cotidianidad del parque Sucre, Fundadores, el parque El Bosque, el centro comercial de cielos abiertos, el embotellamiento de la ciudad, los estacionamientos, los alrededores del CAM, la Glorieta de la calle 26 y el vagón del tren, en fin, las basuras, los vendedores ambulantes y la falta de amoblamiento urbano, para cada caso, con una propuesta atinada y seria.
Líder cívico.
El civismo del ilustre cuyabro se manifiesta también en su participación en toda clase de eventos que signifiquen desarrollo comunitario y colaboración social, en tal sentido ha hecho parte con dedicación de la Junta Directiva del Hogar Anita Gutiérrez de Echeverri, Institución venerable de Armenia, que le ha prestado un servicio humanitario a los más ancianos; así mismo Gómez fue fundador con Diego Arango Mora , Alberto Montoya Abad y otros ciudadanos, del Gimnasio Inglés, meritoria entidad educativa bilingüe que le viene prestando un servicio de excelencia a los estudiantes de la región. No menos importante ha sido la presencia activa de Ramón en la cimentación y consolidación del Club Campestre, una de las organizaciones más bellas de Colombia, en su género.
¡Ángel de mi Guarda!
La mención de sus padres entristece su palabra, pero cuando hablamos de su hermano Alberto, brota en su corazón la palabra agradecida a quién le ha prestado ayuda y consuelo a lo largo de los años. Fue Alberto quién hizo posible cursar su carrera de Ingeniero; un hermano guardián de su hermano, en este caso la presencia fraternal ilumina a Gómez Jaramillo de gratitud y reconocimiento para su hermano mayor.
Gran ciudadano.
Confieso mi desconsuelo con la vasta
cadena de corrupción que ha cobijado el trabajo de una parte de la ingeniería en
Colombia, en palabras de la presidente de la organización de estos
profesionales, un irrespeto para una tarea admirable que construye región y
nación; pocos como Ramón Jairo Gómez Jaramillo han permanecido al margen de las
coimas y las comisiones y han ejercido su profesión con altísimos cánones de
ética y moral como un ejemplo de dignidad y decoro paradigmático. Es la
condición existencial de un gran ciudadano educado en el cumplimiento del
deber, culto y aplicado que ha sabido representar bien la sociedad quindiana.
Resalto la alegría personal de contar entre nosotros personas de la talla moral
de Ramón y creo que ese es el sentimiento colectivo por una misión cumplida.
Gabriel Echeverri González.
Miembro de Número de la Academia de Historia del Quindío
Artículo publicado en el diario La Crónica el 17 de abril de 2017
1 Comentarios
Gran hombre coudadano ejemplar
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