Entrevista concedida por el Presidente de la Academia de Historia del Quindio, Fernando Jaramillo Botero, al periódico La Crónica del Quindío el día 23 de mayo de 2020
La Academia de Historia del
Quindío se fundó el 23 de mayo de 1980 en cabeza de Jesús Arango Cano, un
hombre que tuvo el noble deseo de recuperar la historia del departamento en
variados campos para que la comunidad conociera esa riqueza oral y escrita,
legado que continúan sus 20 miembros.
Hoy, la academia celebra 40
años de existencia y aunque aún no tiene una sede física, durante todos estos
años sus integrantes se las han ingeniado para reunirse en distintas partes y
continuar investigando, escribiendo, dictando charlas, conferencias y
capacitaciones, porque como dice una frase ya gastada, pero que no sobra: ‘El
que no conoce su historia está condenado a repetirla’.
Esta institución del
departamento está conformada por historiadores, abogados, licenciados,
arquitectos, ingenieros, economistas y personas de muchas otras áreas del
conocimiento, a los que los une el amor por la historia, ese que han dejado
plasmado con sus diversos escritos en el blog
http://academiadehistoriadelquindio.blogspot.com/, que hoy es como un libro
digital, con unas memorias llenas de sabiduría de esta tierra cafetera, para
todo el que quiera viajar por sus páginas sin temor a naufragar. Fernando
Jaramillo Botero, quien desde el 20 de marzo de 2018 asumió la presidencia de
esta entidad, dialogó con LA CRÓNICA sobre la labor que vienen realizando y
resaltó algunos de sus logros.
¿Cómo fueron los inicios de la Academia de Historia del
Quindío?
Ellos vieron que no había
una organización que recuperara la historia y se encargara de escribirla y de
publicarla, entonces crearon la Academia de Historia del Quindío. Aunque los
miembros somos de distintas áreas del conocimiento, a todos nos une el interés
por diversos asuntos de la historia del departamento. Por ejemplo, Álvaro
Camargo, quien es docente pensionado en Filandia, es quien ha liderado el
proyecto del Camino Nacional y la celebración del 20 de Julio con el Paso del
Quindío. Lleva 10 años realizando este evento con gran éxito. Tenemos a Roberto
Restrepo, quien es un antropólogo muy reconocido que convivió con indígenas
muchos años y quien ha estudiado mucho su cultura y la arqueología. Él hace la
recuperación de las cosas sencillas históricas para que no se queden en el
olvido.
¿Qué son los Centros Locales de Historia?
La academia ha fomentado la
creación de los Centros Locales de Historia en los municipios, por lo que
tenemos unos grupos en Quimbaya, Montenegro, Salento, Filandia, La Tebaida,
Calarcá y Buenavista, los cuales se encargan de recuperar las historias
locales. Nosotros los patrocinamos, los invitamos a investigar y los vamos
fortaleciendo. Algunas personas de esos centros locales que se destacan en sus
investigaciones pueden pasar a la academia. En Armenia hay un Centro Local de
Historia, que lo estuvo liderando Luis Fernando Velásquez Echeverry, ahora está
María Eugenia Beltrán, entonces buscamos que se recuperen los elementos
históricos para conservar la cultura, la historia y el patrimonio.
¿Cómo ha sido el proceso de la recuperación del tesoro Quimbaya, liderado por Jaime Lopera?
¿Cómo ha sido el proceso de la recuperación del tesoro Quimbaya, liderado por Jaime Lopera?
El tesoro Quimbaya es una
colección de 122 piezas de oro de las culturas indígenas que fueron encontradas
cerca de Quimbaya. Cuando se conmemoraban los 100 años del descubrimiento de
América se hizo una exhibición en Madrid, España, entonces el presidente de
Colombia en 1892, Carlos Holguín Mallarino, quien había comprado ese tesoro a
unos guaqueros, lo envío como una muestra del oro y de los indígenas
colombianos a esta celebración. Cuando pasó la celebración, el mismo presidente
le regaló ese tesoro a la reina de España de ese entonces, Cristina de
Habsburgo Lorena. Eso fue un acto que se consideraba ilegal, porque el
presidente no tenía las atribuciones para obsequiar el tesoro.
La Academia de Historia del
Quindío, mediante indagaciones y búsqueda de información, ha ido realizando la
tarea para que ese tesoro regrese a Colombia. La reina lo donó al Museo América
de Madrid, donde aún permanece.
Hubo un fallo de la Corte
Constitucional, de octubre de 2017, que dijo que el gobierno tenía que hacer
todo lo posible para recuperar ese tesoro y se creó una veeduría que está
integrada por la Procuraduría, la Personería, la Defensoría del Pueblo, los
ministerios de Cultura y el de Relaciones Exteriores y ahí tenemos un asiento
como Academia de Historia del Quindío, como gestora de todo este proceso de
reclamación. Lo cierto es que ni el gobierno de Santos, al que le tocó este
asunto, ni el de Duque han hecho nada. Los ministros le han hecho el quite a
esta orden de la Corte Constitucional. Desde la academia estamos siguiéndole la
pista a esto para que el gobierno haga lo que tenga que hacer para que este
tesoro regrese y que ojalá sea depositado en el Museo del Oro Quimbaya de
Armenia o habilitar uno en Quimbaya y que pueda ser exhibido. España ha sido
muy parca en la respuesta y el Museo América de Madrid dijo: “A mí me lo
regalaron”, entonces no ha sido fácil por la vía diplomática. Hay una vía legal
que no se ha iniciado esperando el paso diplomático, pero requeriría mucho
tiempo.
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