El
fallecimiento de Nodier Botero Jiménez representa la partida de un intelectual y prolífico
escritor, profesor, investigador e historiador de la región y el país.
Había nacido
en Montenegro el 13 de febrero de 1943 en el hogar conformado por José Jesús y
Graciela y sus once hermanos[1].
Hizo los estudios de primaria en la escuela Marco Fidel Suárez y fue bachiller del
colegio Rufino J. Cuervo (1961) de Armenia, para continuar con la carrera de pedagogía
y administración educativa (1965) en la Universidad del Quindío, de la que hizo
parte de su primera promoción.
Luego se trasladó
al Instituto Caro y Cuervo (1966) en Bogotá a estudiar la enseñanza del español
y estilística, institución a la que regresaría una década más tarde a
especializarse en Literatura Contemporánea con énfasis en las letras
latinoamericanas, gracias a una beca que le concedió la Universidad del Quindío.
Años después,
profundizó en el pensamiento filosófico y las ciencias políticas, disciplinas que
contribuyeron a moldear su pensamiento de humanista. Esto lo condujo por los
caminos de la investigación y a ser profesor de filosofía de la ciencia en programas
de posgrados de la universidad del Quindío (1995-96). Además, como miembro
de la Academia de Historia del Quindío (AHQ), participó en compañía de otros
académicos en la recordada Cátedra de la Quindianidad.
Como docente
estuvo en las universidades de Antioquia y Pontificia Bolivariana de Medellín,
para luego vincularse como profesor a la Universidad del Quindío (1970) donde
fue decano de la Facultad de Humanidades (1977-78) y representante del Ministerio
de Educación en el Consejo Superior (2001-02). Posteriormente, regresó al
Instituto Caro y Cuervo como profesor de la Maestría de Filosofía de la
Literatura (2005), impartiendo un seminario sobre novela colombiana
contemporánea.
El escritor
En su larga
andadura por las letras, Nodier fue un
escritor incansable que cabalgó con finura por variados géneros, dejando títulos
como: Ensayo sobre crisis del bipartidismo y mitos del sistema colombiano
(Editorial Lerner, Bogotá, 1985), El mito en la novela del siglo XX. Editorial
Avance, Bogotá, 1986), Crítica a la novela moderna (Editorial Quingráficas,
Armenia, 1986), La gran novela burguesa (Universidad del Quindío, 1993), La
posmodernidad en la novela (Universidad del Quindío, 1993), El discurso
filosófico de la literatura (Universidad del Quindío, 1993), Discurso filosófico
de la Ciencia (Fondo Mixto Gobernación del Quindío, 1996) y Constitución y
democracia (Universitaria de Colombia, 2006).
Comentario
aparte merece su gran esfuerzo académico al escribir «La Educación Política
Colombiana, Cátedra de paz», colección conformada por cinco libros: Competencia
ciudadana desde la juventud, La educación política del ciudadano, Proceso
histórico e ideológico en la construcción de Colombia; Paz, convivencia y
participación, y Guías para comprender la Constitución Política Colombiana. Textos
orientados a la educación cívica y ciudadana para la convivencia pacífica y que
son de enorme relevancia para el momento que vive el país en tiempo de un
posconflicto que no se logra consolidar.
El historiador
Botero Jiménez se reintegró a la Academia de Historia del Quindío
como Miembro de Número en sesión realizada el 14 de junio de 2012 en la sede
de la SMP de Armenia, correspondiéndole a Jaime Lopera Gutiérrez, presidente de
la Corporación, pronunciar las palabras de bienvenida de las que cito estos dos
fragmentos: «[…] vuelve (en referencia a Nodier) con una noticia
sorprendente y novedosa: que está corriendo el rumor de que la historia está
mejor contada por los novelistas que por los historiadores profesionales»,
alusión que originó un intenso debate en el seno de la AHQ. El segundo se
relaciona con: «es el pensador del momento quindiano y quien, como autor, y
a veces como editor, ha venido enriqueciendo notablemente las letras de este
departamento y sus alrededores. Acabo de leer su profundo y complejo ensayo
sobre identidad quindiana, y después de eso uno queda listo para decir que en
esta materia ya no podemos improvisar más».
La Biblioteca de Autores Quindianos se vio engalanada con la publicación
del ensayo «Armenia hacia el futuro: Globalización y Cibersociedad»que hace
parte de la colección Ensayos de historia quindiana Volumen 5 (2017), donde se aventura en un interesante y visionario
análisis de la Armenia como ciudad contemporánea en el marco de la globalización,
urbe que a su juicio debe encarar su futuro basada en su propia identidad
socioeconómica para transitar de un mediano centro de intercambio
agroindustrial y de servicios turísticos a la transformación de su propia base
productiva y económica.
Respecto a otras publicaciones en la extensa relación de escritos de
Nodier, no puedo dejar de hacer referencia a numerosos artículos de su autoría publicados
en el blog de la Academia de Historia del Quindío, entre los que destaco, luego
de una selección subjetiva y por demás incompleta, tres de ellos: «¿Existe una raza paisa? Parte I y Parte II» y «Quindío en Símbolos: Ensayos sobre identidadregional», textos de obligada consulta si de ahondar se trata en ese intangible
en construcción que es nuestra identidad, esa a la que muchos llamamos quindianidad.
El empresario
No puedo dejar de mencionar una faceta de Nodier que pocos le
reconocen y que la descubrí en una entrevista que le hice el 3 de julio de 2018
mientras levantaba información sobre el origen de la industria del mueble en el
Quindío para un proyecto de estrategia competitiva con la Cámara de Comercio de
Armenia y del Quindío. En la plática, registrado en tres videos que conservo, se muestra al Nodier empresario a inicios
de los años setenta cuando se daban los primeros emprendimientos de una
industria que a la postre se convertiría en una de las más dinámicas de la
región.
Él, con su agradable y sencilla narrativa, dotado de una
memora prodigiosa que reparaba en pequeños detalles, contó cómo inició, de
forma artesanal, con Muebles Osiris. Luego creó a Muebles Quindío (1974), que
para la época contaba con los mejores productos y más
calificados ebanistas, firma que llegó a mercados de Barranquilla, Cúcuta,
Neiva, Cali y Bogotá. Por último, fundó a Prodima (Productos industriales de la
madera) en una bodega de 1.900 metros cuadrados sobre la vía que de Armenia conduce
al aeropuerto El Edén, sector que con los años se consolidaría como un atractivo
corredor para la industria del mueble. Prodima fue una de las empresas más
productivas y tecnificadas de la época que que tuvo alcance nacional mediante
el innovador modelo de venta por intermediarios.
No cabe duda de que, durante
estos años de empresario, Nodier se perfiló como un visionario con
pensamiento global que creía que para modernizar la industria del mueble era
menester tecnificarla importando máquinas de Italia y Yugoslavia, y así lograr
que la fabricación y comercialización de muebles fuera reconocida a nivel
nacional e internacional.
Por últimos, quiero traer a
colación un proyecto que nos planteó a Jorge Enrique Arias Ocampo, entrañable
compañero de la AHQ y amigo inolvidable, y a mí, en los primeros años de este
siglo. Me refiero a la iniciativa de editar un periódico basado en un periodismo
de sólido pensamiento crítico que contribuyera al impulso de la cultura y a la
formación de ciudadanía y civilidad. Si mal no recuerdo, se llamaría Primera
Página y nos invitó, en esa ocasión, a ser parte de su consejo de redacción.
Reflexión final
Son múltiples los aspectos
que definen a Nodier y muchas las semblanzas para recordarlo. Ahora que ha
partido, tengo en la memoria su figura bonachona detrás de la cual se
mimetizaba su intelectualidad, siempre portador de una charla pausada y serena,
como si estuviera en un salón de clase, con una particular cosmovisión dotada
de multiversos. Fue un hombre de pensamiento complejo que de haber habitado
vecindarios donde se apreciaran la cultura
y la intelectualidad, nuestro Nodier, así como otros pensadores de la comarca, hubiera
transitado por horizontes diferentes, pues fue un hombre que siempre oteo al
infinito desde las montañas del Quindío.
Un adiós a un amigo, a un
intelectual, a un libre pensador.
Armando Rodríguez Jaramillo
Miembro de Número
Academia de Historia del Quindío
@arj_opina
[1]
Algunos datos sobre su vida los tomé del artículo Me encontré en la vida con…Nodier Botero Jiménez, escrito por Gabriel Echeverri González (julio de 2016),
Miembro de Número de la AHQ.
1 Comentarios
Excelente semblanza de un hombre culto
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