Por: Jaime Lopera Gutiérrez. Presidente de la Academia de Historia del Quindío.
El
presente escrito ofrece una mirada somera sobre el sistema de comunicaciones y
correos que se movilizaron por la red de caminos desde la conquista y la
colonia hasta nuestros días. Una gran parte de la malla de caminos de los aborígenes
fue utilizada y reproducida en las agrestes regiones de la Nueva Granada para
efectos de los correos; pero, mucho más adelante, la tecnología postal europea llegó
al Nuevo Mundo y así, por años, el tejido de los caminos de transporte se hizo
paralelo con las necesidades de comunicaciones en la nueva sociedad.
Pocas
investigaciones se han realizado en nuestro país tan amplias y detalladas como
en el libro Comunicaciones y Correos en la Historia de Colombia y Antioquia,
de Mario Arango, Augusto Peinado y Juan Santa María, quienes, con fuentes de
primera mano en algunos casos, nos brindaron una panorámica completa de los
diversos actores y las múltiples técnicas que se usaron para llevar el correo
de aquí hacia allá en el vasto territorio antioqueño y caldense. Una gran parte
de este artículo está escrito teniendo en cuenta este importante aporte
historiográfico en torno a Antioquia, pero debemos ser sinceros en reconocer
que las referencias a Caldas y estas regiones no son muy explícitas.
No
obstante, los correos hacen parte de las comunicaciones por medio de los
caminos. Dada la generalidad del sistema de correos, cuyas normas eran
aplicables a toda la República, es fácil deducir entonces que las prácticas,
las reglas sobre carreras, los portes y estampillas, tenían su
equivalencia en estas regiones del Eje. Ese hecho nos animó a reseñar tales
prácticas y hallarle una explicación al rol de las noticias y mensajes entre
los pobladores de nuestra comarca.
0 Comentarios