Me encontré en la vida con… Alirio Gallego Valencia

Distinguido intelectual, escritor y hombre público, nacido en Aguadas, Caldas, el 5 de agosto de 1923 y fallecido en Armenia el 26 de marzo de 1991. Sus padres Luis Eduardo Gallego Gutiérrez y Laura Valencia Arboleda, oriundos de Manizales, en dicho hogar nacieron: Alirio, Lucila, Alicia, Emma, Hernando y Nubia.

Cursó sus estudios primarios en Manizales y culminó con mucho éxito su bachillerato. Posteriormente, incursionó con su amigo Jaramillo Arango en seguros y durante 10 años funcionó la oficina Suramericana de Seguros, bajo la responsabilidad de ambos.

Las inquietudes intelectuales y culturales de Alirio, gracias a su formación humanística y su vocación temprana por la lectura, se fueron afianzando con diversas actividades como catedrático, columnista e insistente activista de tertulias y reuniones culturales. En el reputado Instituto Universitario; adelantó su rica formación universitaria en la augusta Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, donde se graduó en 1950 como químico farmaceuta.

En 1947 contrajo matrimonio con la reconocida dama pereirana Merceditas Mejía Uribe, hija de Gabriel Mejía Echeverri y Mercedes Uribe Echeverri, en esta unión nacieron siete hijos: Amparo, casada con Martín Palacio Latorre, 4 hijos; Hernán, abogado de la Universidad del Rosario, casado con Liliana Aristizábal, 2 hijos, vive hace 35 años en Estados Unidos; Laura Victoria, con exquisita formación universitaria y escritora, ex secretaria general de la Universidad del Quindío, casada con Nelson Ramírez Ospina, ingeniero industrial de la UIS, ejecutivo de alto nivel y financista, 2 hijos; en segundas nupcias con el notable flautista y pedagogo Alberto Gaitán Neira, maestro egresado de la facultad de Bellas Artes de la UN, titular de la Orquesta Filarmónica de Bogotá; Clara Inés, abogada casada con Camilo Lozano, ya fallecido, 2 hijos; Ana Patricia, unión con César Martínez, una hija; Luis Gabriel, ingeniero agroindustrial, matrimonio con Tita Laverde, un hijo.


En las tierras del bello Quindío

En 1948 se radicó en Armenia donde residían familiares de su señora esposa y su amigo entrañable Euclides Jaramillo Arango, con el cual conservó una amistad hasta el final de sus días; comenzó el ejercicio de su profesión con la organización de su farmacia Selecta y el montaje de un laboratorio, e importaciones farmacéuticas con Francisco García, el fundador de la reputada Droguería 13-13.

Fue profesor de castellano, literatura y filosofía del colegio Rufino J. Cuervo, Nuestra Señora del Rosario, Sagrado Corazón de Jesús y San Luis Rey, instituciones educativas de Armenia, sin descuidar su laboratorio, la farmacia y las investigaciones farmacéuticas.

En los años cincuenta del siglo pasado, fue famosa la tertulia literaria de numerosos jóvenes, animada por Gallego Valencia, con Celedonio Martínez Acevedo, Jesús Arango Cano, Humberto Jaramillo Ángel, Alfonso Valencia Zapata, Ancízar López, y, desde, luego Euclides, que combinaba el interés por la cultura, la historia y el periodismo; desde esa época se remonta la amistad que tuvo Alirio con el futuro jefe liberal[1].

 

Columnista y escritor.

Con su innata curiosidad científica y su interés por la cultura y la vida social, escribió infinitud de columnas en el Diario del Quindío, La Patria de Manizales y El Espectador, en algunas revistas y en el periódico El Excelsior de México, las más destacadas las compiló en su libro Huellas en la Historia, 1986, editorial Quingráficas; en 1970 editó Guía de Relaciones Humanas.

Mención especial merece el excelente trabajo Letras Quindianas, que la Universidad del Quindío entregó al público lector, con motivo del centenario de la ciudad de Armenia, muestra antológica compilada por Gallego Valencia de textos de Eduardo Arias Suárez, Adel López Gómez, Jesús Arango Cano, Euclides Jaramillo Arango, Carmelina Soto Valencia y Julio Alfonso Cáceres, siendo rector Carlos Alberto Echeverry Peláez y directora de Bienestar Universitario, su hija Laura Victoria Gallego Mejía, el libro contiene además bellas ilustraciones de Roberto Gutiérrez Herrera[2].

 

La convicción encendida.

Entusiasta y fervoroso cofundador de nuestra alma mater, así lo señala el ilustre Otto Morales Benítez en su libro clásico sobre su creación: (…) Los informes fueron favorables. Así fue avanzando el proyecto desde el punto de vista operativo, económico. Vino la discusión de programas, ubicación y demás demandas inaplazables. Como primer rector se nombró a un escritor respetado en el Gran Caldas: Alirio Gallego. Su secretaria fue Marieta Jaramillo, hija de otro intelectual, Euclides. Trabajaron solos muchos años. Eran laboriosos, constantes para pedir, impetrar, reclamar. Era la convicción encendida (…)[3]”.

Como se recuerda, un destacado grupo de ciudadanos animados por el civismo forjó el nacimiento de la UQ, no sobra repetir nombres que llegan a mi memoria: Darío Leiva Troncoso, Merceditas Uribe de Velásquez, Pastorita Botero de Botero, Raquel Mejía Botero, Margoth Gómez de Gómez, monseñor Neftalí Duque Aristizábal, Aristóbulo Orrego Duque, otros más.

 

Cargos de representación.

Concejal de Armenia de 1960 a 1962; representante de la Universidad Nacional ante la junta pro Universidad del Quindío; vicepresidente de las jornadas nacionales de educación para el desarrollo, 1970 en Cali; representante por Colombia ante el consejo interamericano de cultura; secretario ejecutivo de la UQ, 1962-1964; secretario departamental de Educación, 1969-1970; coordinador de educación y cultura del departamento; asistente administrativo del hospital San Juan de Dios, 1972-1981; gerente de la Cooperativa de Caficultores de Armenia, por un largo período; perteneció a la junta asesora del hospital San Juan de Dios; participó con entusiasmo en diversas entidades cívicas y por su cercanía con Alfonso Valencia Zapata, asistió en su compañía a varios congresos de historia.


Condecoraciones.

Recibió innumerables reconocimientos por su invaluable tarea cultural e intelectual: la Orden al Mérito Regional de Caldas, ordenanza 10 de noviembre de 1960; la Orden del Sombrero Aguadeño; en 1985, reconocimiento especial de la Universidad del Quindío, Cordón de los Fundadores a sus iniciadores preclaros; del municipio de Armenia, del departamento, de la SMP, de otras instituciones y personas, por su trayectoria vital al servicio de la región.

Alirio Gallego Valencia fue un ciudadano polifacético, optimista irredento, amante de la vida, exultante y feliz; lector de todas las horas, adquirió una vasta cultura que adornó su personalidad atrayente, amante de su bella familia y siempre activo en sus diversas ocupaciones cotidianas; curioso y vivaz, fue un escritor prolífico y muchas de sus notas desaparecieron lastimosamente en el terremoto de 1999, hecho que destruyó buena parte de su biblioteca, golpeó a su propia familia e impidió que las nuevas generaciones conocieron buena parte de su obra.

Me precio con mucho orgullo de haber sido su amigo, y haber compartido conversaciones infatigables y ratos felices de amistad sin sombras, lo recuerdo con inmenso afecto, siempre elegante, pulcro al exceso y con la sonrisa a flor de piel; con su hija Laura Victoria hemos recordado al personaje, al padre de familia, al servidor y al ser humano estoico, que nunca ocultó su maravillosa condición humana, aún en las circunstancias difíciles de su existencia.

Cívico por excelencia, comprometido con la región y con su desarrollo cultural, dejó para la posteridad una estela admirable de buen ciudadano que hoy al recordar su valiosa existencia, quiero exaltar para la posteridad, con la emoción agradecida por su buen suceso vital, ejemplo enaltecido que su familia atesora, la vida de uno de los grandes de nuestra tierra amada.


Gabriel Echeverri González

Académico de Número 1 de la Academia de Historia del Quindío



[1] Echeverri González, Gabriel. 2016. Semblanza de Ancízar López López, primer gobernador del Quindío, en Ensayos de Historia Quindiana, vol.4. págs. 78 SS, AHQ. Biblioteca de Autores Quindianos.

[2] Gallego Valencia, Alirio. 1989. Letras quindianas. Compilador. Roberto Gutiérrez Herrera, diseño. Homenaje UQ al centenario de la ciudad. Centro de Publicaciones UQ, 119 páginas.

[3] Morales Benítez, Otto. 2000. Historia de la Universidad del Quindío y otros escritos académicos. Centro de Publicaciones UQ, 277 páginas.


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