Me encontré en la vida con… Sinforiano Antonio Marín Granada

Destacado autor, compositor e intérprete nacido en la vereda San Francisco, municipio Toro- Valle del Cauca- el 4 de abril de 1939, sus padres Sinforiano Antonio Marín Aguirre y Juana María Granada Osorio, campesinos de Titiribí y Valparaíso –Antioquia- respectivamente, en dicho hogar nacieron cinco hombres y siete mujeres: Ángel Gabriel, Juan de la Cruz -autor de tres libros de poesía- Sinforiano Antonio, José, Gustavo, Juan María, María Virgelina, María Rosa, Carmen Emilia, Adiela y Lucila.

En la escuela veredal estudió medio año de primero y medio de segundo y desertó por los continuos azotes de una maestra iracunda, desde su infancia se dedicó a las faenas del campo, pero recibió influencia decisiva de su padre que tocaba el tiple y era músico y de su señora madre que cantaba con buena entonación, una familia de troveros y músicos empíricos.

A los cuatro años construyó su primera guitarra artesanal con elementos de la finca y a los cinco, su padre le compró una guitarra con clavijera de palo, inició sus primeros tonos observando a su papá.

 

Niño prodigio

A los ocho años conformó su primer dueto con Leonel Hernández y a los diez años el primer trio, con Miguel Soto que tocaba el tiple, Leonel Hernández la guitarra puntera y Sinforiano la segunda guitarra; salían los domingos al pueblo de San Francisco y se ganaban los primeros centavos en las cantinas y las calles de dicha ciudad. Esta primera etapa terminó abruptamente porque la violencia los expulsó del fundo e hirieron a su padre, trasladando la residencia para Ansermanuevo.

 

Quindío de mis amores.

En 1955 se radicó en la ‘Ciudad Milagro’ donde su hermano Gabriel ejercía como policía de tránsito, durante un corto tiempo trabajó como jornalero, pero resolvió viajar a Quimbaya, estableció su residencia y formó Los Tres Ídolos, que conformó inicialmente con Mario Zapata primera voz, segunda voz y requinto Sinforiano, y tercera voz Arnoldo López; una época maravillosa pues grabaron la famosa canción  Negra Llorona;  en 1973 Arnoldo abandonó el trío, no obstante sigue vigente porque  Sinforiano es el dueño de la razón social.

Padre de tres hijas: Martha Cecilia, música y cantante, dos hijos; Paola Patricia, vive en los Estados Unidos; Carolina, administradora de empresas, trabaja en Panaca.

 

 ¡Para Medellín pues!

Con su indiscutible talento musical buscó horizontes en la capital de la montaña en 1974 y en el centro artístico conformó otro trío denominado De Hoy, con Rafael Paniagua y Carlos Murillo y más tarde reemplazó a Obdulio Arias- puntero y tercera voz del Trio Grancolombiano-; el éxito empezó a sonreírle y decidió paralelamente incursionar en el oficio de peluquería, que empezó en forma modesta y después progresó hasta tener cinco salones, setenta peluqueros y dos peluquerías, la reconocida en Medellín como Él y Ella. Músico hasta los tuétanos, fundó otro dueto con Héctor de Jesús García que denominó Los Dos, comenzó a grabar LPS y en su larga carrera tiene a su haber una valiosa producción de doce LPS y cerca de quinientas canciones letra y música de su autoría.

 

Un viaje anhelado.

Fervoroso admirador del cantante José Alfredo Jiménez, con sus ahorros y la venta de sus peluquerías viajó a México en 1985, conoció con amplitud el bello país azteca y buscó al famoso constructor de guitarras Juan Pimentel quién le fabricó dos bellos instrumentos que conserva con mucho afecto en su residencia en Quimbaya;  bien lo dice en el  libro de su vida y obra : “Ser músico, cantautor profesional, tener requinto y guitarra de uno de los grandes fabricantes del mundo, Juan Pimentel y conocer Acapulco, sus artistas  todo lo que lo que había visto en las películas mexicanas, pudo realizarse después de mucho tiempo , cuando por fin , con mucho esfuerzo logré reunir los ahorros suficientes (…)[1]”.

 

El barbero cantor.

En una agradable crónica, El Colombiano de Medellín destacó en 1976, su talento musical doblado de peluquero: “(…) su maestro fue Jairo García, que al decir de Sinforiano, era el mejor barbero de Quimbaya. Mantenía exigiéndole elegancia en su actitud y postura corporal: “¡Párese derecho ¡¡derecho! -le ordenaba cuando veía que Sinforiano se encorvaba para ver de cerca el corte-. La barbería es un arte”. Y menos toleraba que al afeitar algún cliente, el alumno arrimara a la de este su cara “(…) Sinforiano Marín Granada motila a músicos y hombres de farándula. Entre estos, se complace de ser el peluquero del exnarrador deportivo Pastor Londoño Pasos, a quién llama el macanudo (…)”.

 

Músico profesional, poeta y autor.

Debo destacar en su admirable existencia su enorme capacidad creativa y su afán de sobresalir con la música y la creación musical; casi analfabeta con denodado esfuerzo, dedicación y empeño, forjó una carrera artística valiosa, una fulgurante vida  de artista profesional; brillante en lo vocal con el manejo correcto de las voces, desde la primera voz hasta la tercera, perfecta ejecución del requinto, la guitarra y el tiple, autor de poemas y canciones numerosas, gracias a su innato talento, a su consagración y coraje extraordinario.

 

Condecoraciones.

Ha sido exaltado por Adecol del Quindío, la gobernación del departamento del Quindío en varias oportunidades, la casa de la cultura de Quimbaya, el Centro de Documentación e Investigación Musical, dirigido por el brillante académico y experto en historia musical Álvaro Pareja y su señora esposa Martha Cecilia Valencia, connotada musicóloga, quienes exaltaron el inmenso legado de Los Tres ídolos del municipio de Quimbaya;  de la alcaldía de Quimbaya; de Acinpro, en 2017; de Sayco; Mención de Honor de Funde Chaneaca, en Popayán ,diciembre seis de 2016; del Ministerio de Cultura y de otras instituciones y personas que a lo largo de su existencia, han valorado su brillante hoja de servicios en favor de la música y de la difusión cultural.

Con el apoyo del valioso académico Hernando Alberto Gómez Londoño, director de la biblioteca pública de Quimbaya y miembro correspondiente de la Academia de Historia del Quindío, su vicepresidente, el escritor e historiador Gonzalo Alberto Valencia, oriundo de Quimbaya, he dialogado con el ilustre compositor en su residencia, rodeado de guitarras, su simpática silla de barbero, recuerdos, fotos, su bella familia y las añoranzas de su vida excelsa y prodigiosa, forjada con muchos sacrificios y casi de la nada, convertida en uno de los grandes artistas de la nación, honor de su patria chica y carrera meritoria  para la Colombia musical.

Debo destacar el valor personal de su familia campesina antioqueña, jornaleros de ruana y machete, cultores estupendos de la música y fervorosos trabajadores del campo, que con sus manos callosas supieron crear riqueza y estimular el quehacer musical de uno de sus hijos, un ejemplo extraordinario de cómo se fue forjando la nación colombiana con la inmigración antioqueña, caucana, boyacense, al occidente de Colombia; un ejemplo mucho más estimulante, cuando en el caso de Marín Granada, encontramos, nada menos, que el autor de cerca de quinientas  canciones, impulsor de duetos, tríos y canciones inolvidables. Felicitaciones apreciado cantor, misión cumplida.

Con este personaje culmino mis tareas de 2021; este año entregué a los queridos lectores el segundo volumen de Pinceladas, Ensayo biográfico y aspiro reiniciar en el mes de enero, con el fin de culminar las semblanzas del tercer volumen. A todos y todas les deseo unas felices vacaciones, un próspero nuevo año de 2022 y una navidad feliz en el seno de sus hogares. Mil gracias siempre.  

 

Gabriel Echeverri González.

Academia de Historia del Quindío - Académico de Número 1 

 


[1]  Marín Granada, Sinforiano Antonio. 2021. Mi vida, mi música, mis canciones. 149 páginas.  

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