El historiador Jaime Jaramillo Uribe recibe la visita de Gabriel Echeverri González en su apartamento en Bogotá el 8 de diciembre de 2014 |
Gabriel
Echeverri González (Miembro de la Academia de Historia del Quindío).
Jaime Jaramillo Uribe, maestro
y artífice de la nueva historia, su legado intelectual es inmenso a
través de sus libros y sus enseñanzas.
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En la
ciudad de Bogotá, donde vivió buena parte de su vida, murió el pasado 25 de
octubre, el destacado humanista e historiador colombiano, Jaime Jaramillo
Uribe. Considerado el maestro y artífice de la nueva historia, su legado
intelectual y bibliográfico es inconmensurable; la importancia de sus libros y
de las enseñanzas impartidas en las universidades Nacional y de los Andes,
constituyen una de las herencias más ricas, en la historia misma de Colombia.
Nacido
el 22 de agosto de 1917 en Abejorral (Antioquia), muy pronto sus padres se
trasladaron a Pereira, donde Teodoro Jaramillo, su papá, se desempeñó como
secretario de un juzgado municipal. Allí hizo sus estudios primarios y parte
del bachillerato, pero debió culminarlo en Bogotá, en razón a la muerte de sus
padres. Su ingreso a la Escuela Normal superior en 1938, fue decisiva para su
formación básica en ciencias sociales, bajo la égida del famoso profesor José
Francisco Socarrás, quien era el director de la Escuela. Allí mismo comenzó sus
labores docentes e inició sus estudios de Derecho en la Universidad Externado y
en la Libre, donde finalmente se graduó en 1951.
En 1947
fue becado por el gobierno de Francia y cursó estudios en la Universidad la Sorbona,
el Instituto de Estudios Políticos y el Centro Nacional de la Investigación
Científica, algunos de sus profesores Jean Wahl, Gastón Bachelard y Geoges
Gurvitch.
En 1952
ingresa como profesor de tiempo completo al Instituto de Filosofía y Letras de
la Universidad Nacional invitado por su director el reconocido intelectual
Cayetano Betancur. Ese mismo año se casó con la antropóloga Yolanda Mora.
De 1953
a 1957 viaja a Hamburgo, como profesor extraordinario, con el fin de dictar la
cátedra de historia Latinoamericana. Asiste a cursos de filosofía y sociología.
Allí nace su hijo Lorenzo, consagrado pintor, ya fallecido.
En 1958,
en el gobierno de Alberto LLeras, nombrado rector de la Universidad Nacional
Mario Laserna, fue designado como Secretario Académico del alma mater.
En 1962
fue nombrado Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional.
Este año aceptó el encargo del Club Rotario de Pereira, de realizar su
historia, con motivo de su centenario; Otún, como la llamó en sus Memorias
Intelectuales. El libro La historia de Pereira, contó también con textos de
Juán Friede y Luis Duque Gómez.
Bajo la
dirección del Maestro, aparece el primer número del Anuario Colombiano de
Historia Social y de la cultura, excelente publicación donde escribe
ensayos valiosos, y en el que posteriormente vertieron sus
investigaciones muchos de sus alumnos, hasta la fecha.
En 1964
salió a luz pública, gracias a la editorial Temis, una de las obras más
importantes " El pensamiento colombiano en el siglo XIX ", notable
trabajo que comenzó en 1950 y concluyó en Hamburgo en 1956. La Universidad de
Vanderbilt, en Nashville, Tennessee, en 1967, lo invito como profesor
extraordinario y allí permaneció el año escolar.
En 1968
aparece la primera edición de su libro "Entre la historia y la
filosofía", material de enorme valor teórico. En 1970 es nombrado Decano
de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de los Andes, en
reemplazo del benemérito filósofo colombiano Danilo Cruz Vélez. Aparece
ese mismo año "Historia de la pedagogía como historia de la cultura"
publicado por la Universidad Nacional y que recogía excelentes materiales de
sus cátedras sobre educación y cultura. A su vez, el mismo año, El Banco de la
República editó " Antología del pensamiento político colombiano " en
dos volúmenes.
En 1972
la Universidad Nacional publica "Ensayos sobre historia social
colombiana". En 1975 se retira de la decanatura y se vincula al
centro de estudios económicos delos Andes como profesor e investigador. Enseguida
viaja como profesor invitado de St Antony's College en la Universidad de
Oxford, posibilidad que le permitió viajar a Sevilla y abrumarse ante la
magnitud de los Archivos generales de Indias.
En 1977
el presidente Alfonso López Michelsen, lo nombró embajador en la República
Federal de Alemania. Es oportuno señalar que Jaramillo era amigo personal del
gran presidente y este le manifestó a su canciller, Indalecio Liévano Aguirre, destacado
historiador, su interés de nombre al maestro por su experiencia en Alemania.
En el
entretanto, el Instituto Colombiano de Cultura publicó "La
personalidad histórica de Colombia y otros ensayos", en el número 27 de
dicha colección. Al regresar al país se reintegra a la Universidad de los Andes
y entre 1978 y 1980, bajo su dirección científica, se publican los tres tomos
del " Manual de historia de Colombia", editado por Colcultura,
excelente publicación que es infaltable en una bibliografía básica de historia
nacional.
Jaime Jaramillo Uribe, el historiador
más importante del siglo XX, representa un ejemplo de dignidad, dedicación,
esfuerzo personal, coraje, lucidez y tolerancia.
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A fines
de 1979 asume la dirección del Centro Regional para el Fomento del Libro en
América Latina, organización de la Unesco con apoyos privados, allí realiza una
tarea encomiable y asiste a diversos eventos relacionados con los
objetivos de la Institución. Al finalizar este ejercicio a finales de
1983, regresa a la Universidad de los Andes y se traslada al Departamento
de Historia. Uniandes le publica al maestro Jaime Jaramillo Uribe la segunda
edición, en dos tomos, de sus "Ensayos de historia social", edición
aumentada y corregida.
En 1981
el presidente César Gaviria Trujillo le confiere al ilustre historiador, la
Cruz de Boyacá, en el grado de gran comendador. En 1992 la Universidad Nacional
de Colombia, siendo rector Antanas Mockus, le confiere el título de doctor
honoris causa en Filosofía. Ese mismo año muere su hijo Lorenzo, notable
pintor, a la temprana edad de 36 años.
En 1994
la Universidad de los Andes le confiere el título de doctor honoris causa en
Filosofía y le publica "De la sociología a la historia", con prólogo
del sociólogo Gonzalo Cataño. En 1995 recibe el premio Nacional a la Vida y
Obra de un Historiador.
En 2002
inicia la redacción de sus memorias que finalmente publica en 2007, con
el nombre de "Memorias intelectuales" y con el sello editorial Taurus
y la propia universidad. Es una obra maravillosa que desde el primer día he
leído con verdadera emoción, y cuya dedicatoria me infla el corazón: "Para
Gabriel Echeverri con el afecto de su viejo amigo, Jaime Jaramillo."
En 2005
fallece su señora esposa, la antropóloga Yolanda Mora de Jaramillo.
El
maestro ha recibido los homenajes de los medios y la despedida de la academia
colombiana, desde luego, por el desconocimiento del gran público, pasa
desapercibida su desaparición; no obstante, su legado valioso queda como una
herencia inigualable para la historia, la filosofía y la cultura nacional, para
la cultura americana. Su partida nos hiere el corazón, con el orgullo de haber
sido su amigo y el compromiso íntimo de guardar su memoria, la de un colombiano
universal e íntegro, paradigma de bondad, lucidez y trabajo. !Dios lo tenga en
la gloria!
Nota: Este artículo fue publicado en el diario La Crónica del Quindío en sus ediciones del 3, 10 y 17 de noviembre de 2015.
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