Rememorando hoy el
cincuentenario de la infausta fecha del 17 de enero de 1962, cuando un sicario
de la época acabó con la vida de Joaquín Lopera en un café cerca de la plaza de
Bolívar de Calarcá, empecé a detenerme en evocar una serie de episodios
quindianos que sobrevinieron en esa misma década y que constituyen verdaderos
hitos en la historia del Quindío[1]. A la altura de hoy,
estimo que dichos hitos contienen las bases del llamado civismo quindiano —del
cual tanto dudamos hoy en día—, y sirven de antecedentes para probar que, en
aquella época, entre 1950-1962, esos esfuerzos ciudadanos servían para hacer
obras y proponer iniciativas cívicas mucho más allá de los convites y las
empanadas.
Dichos
episodios o indicadores, señales de una autonomía que ya se estaba dando en la
práctica, son los siguientes:
1. EL
EQUIPO DE FÚTBOL FUE CREADO EN 1950.
Ya creado, el primer
partido del Atlético Quindío en el rentado nacional fue contra Caldas en marzo
de 1951. Este hecho empezó a marcar diferencias competitivas con Manizales que
tenía en el Deportes Caldas un equipo de muchas campanillas y que representaba
a todo el departamento. Los gestores quindianos se decidieron a empezar una
jornada cívica deportiva que culminó en el nuevo equipo, el cual arrancó
financieramente por la cesión de acciones de Paz del Río que algunos poseían.
Puro civismo.
2. NACE LA IDEA DE UNA UNIVERSIDAD, 1952.
La idea de la
Universidad del Quindío nació en una columna de opinión que publicó el 26 de
julio de 1952 el periodista Mauricio Giraldo A., “Magia”, en el Diario del
Quindío. Esta iniciativa —que vio la luz unos años después— fue secundada por
un grupo de intelectuales de la región. Puro civismo.
3. EN
EL TEATRO APOLO DE ARMENIA SE HACE LA PRIMERA JUNTA PRO DEPARTAMENTO, 1951.
En
efecto, la primera junta Pro-departamento del Quindío se hizo en el teatro
Apolo, en 1951. Esa junta quedó conformada por Elías Vélez Palacio, Euclides
Jaramillo Arango, Alfredo Guzmán, Juan Mejía Botero, Hernando Gaviria L., José
Botero Villa, Rogelio Sánchez Patiño, Alfonso Fernández Cardona, Aníbal Botero,
Vicente Gómez Montoya y José Jaramillo Vallejo. Puro
civismo.
4. SE
CREA LA DIÓCESIS DEL QUINDIO, 1952.
La
Diócesis de Armenia se creó a través de Bula Papal del 17 de diciembre de 1952.
Al día siguiente, el Santo Padre Pío XII expide una nueva Bula y nombra a
monseñor Jesús Martínez Vargas como primer Obispo. La posesión del prelado y el
inicio de actividades de la Diócesis fue el 4 de febrero de 1953. Puro civismo.
5. SE
ESTABLECE LA JEFATURA CIVIL Y MILITAR, 1957.
El 10
de octubre de 1957 la Junta Militar, presidida por el general Gabriel París,
que entonces ejercía el poder ejecutivo en Colombia, a petición de los
quindianos emitió un decreto especial que creaba la zona de emergencia del
Quindío orientada a combatir la violencia política en esta zona; de allí se
desprendió la Jefatura Civil y Militar del Quindío, con sede en Armenia, de
donde dependía todo el comando del ejército para el (entonces) departamento de
Caldas. Puro civismo.
6. POR
ACUERDO DEL CONCEJO DE ARMENIA SE CREA OFICIALMENTE LA UNIQUINDIO.
Oficialmente
la Universidad del Quindío se crea el 14 de octubre de 1960, a través del
Acuerdo 023 del concejo municipal de Armenia, siendo presidente del cabildo
Aristóbulo Orrego Duque, y tras una propuesta hecha por varios ediles,
encabezados por el panadero Darío Leyva Troncoso. La Uniquindio empieza a
funcionar dos años después. La universidad del Quindío abrió sus puertas a los
primeros estudiantes el 8 de febrero de 1962. En realidad, su primer rector
Bernardo Ramírez Granada y sus primeros funcionarios fueron nombrados entre
diciembre de 1961 y enero-febrero de 1962. Puro civismo.
7. SE
PRESENTA PROYECTO DE LEY PARA CREACIÓN DEPARTAMENTO, 1960-61.
Desde
1958 fueron muchas veces en las que se presentaron proyectos de ley para crear
el Departamento del Quindío, en especial cuando asumió la presidencia Lleras Camargo
y llegaron a las dos cámaras varios quindianos; todos esos intentos fracasaron.
El último proyecto de ley, aquel que finalmente tuvo la suerte de convertirse
en Ley, se presentó el 17 de agosto de 1965 por parte de Ancízar López López,
en tanto que la ponencia fue escrita por Silvio Ceballos Restrepo. En dicho año
se constituyó una nueva junta, cuyos miembros, casi todos están vivos: Diego
Moreno Jaramillo, Jesús Antonio Niño Díaz, Jesús Arango Cano, Óscar Jaramillo
O`Brien, Henry Valencia Naranjo, Bedmar Vásquez Henao, entre otros. Al proyecto
se le dio tercer debate el 19 de enero de 1966, luego de negociar con los
parlamentarios del Valle que exigían sacar de la lista de municipios del nuevo
departamento a Sevilla, Alcalá, Caicedonia y Ulloa, lo cual en efecto ocurrió. Puro civismo.
8. A
la pregunta frecuente que me hacen sobre la verdadera participación de Calarcá
en esta gesta, hay dos versiones:
La primera versión se refiere a que, como los
parlamentarios Ancizar/Silvio se habían apropiado del proyecto en el Senado —el
uno para mostrarle los dientes al conservador Luis Granada Mejía que estaba
“vendido” a los caldenses dado su carácter de Presidente del Directorio
Conservador de Caldas; y el otro para emanciparse del cacique liberal Camilo
Mejía Duque— , los liberales calarqueños encabezados por Martiniano Montoya y
Lucelly García, su joven pupila, se sintieron desplazados y por eso
inicialmente mostraron su oposición a la idea; Joaquín Lopera y otros liberales
oficialistas, que estaban en el Directorio Liberal Oficial, hicieron lo propio
más que todo para no dejarse imponer del ancizarismo armenio que los había
subestimado como Directorio.
La
segunda versión tiene que ver con el MRL. Una vez más, como Ancízar/Silvio eran
los “dueños” de la iniciativa, y el oficialismo liberal y el MRL estaban en
disputa, con ese pretexto ellos no dejaron arrimar en Bogotá al senador Iván
López Botero, elegido por el MRL, a las discusiones en el Congreso. Por ello
mismo, los quindianos que en Bogotá estábamos afiliados al lopismo, nos
opusimos allá en apoyo de la exclusión oficialista que Ancízar/Silvio nos
habían sometido a los del MRL. (La prueba del poder de Ancízar/Silvio, en esa
época, consiste precisamente en que la CRQ no empezó a funcionar sino dos o
tres años después de creada porque la coalición Ancízar/Silvio, con la
complicidad del gobierno de entonces, obstaculizó el nombramiento de un director
de la entidad que se acogiera a las consignas de estos dos caciques).
Por: Jaime Lopera Gutierrez (Presidente Academia de Historia del Quindío).
20 de abril de 2011
[1] Con la colaboración del historiador Miguel Ángel Rojas Árias, miembro de la AHQ. 23 de abril
de 2011
0 Comentarios