Brillante poeta, crítico literario, periodista e historiador nacido en Jericó, Antioquia, el 31 de mayo de 1892 y fallecido el 15 de abril de 1978 en Manizales, sus padres Aureliano Jaramillo Santamaría y Concepción Meza, oriundos de Medellín, su vocación por las letras la heredó de su padre y de su abuelo Aureliano Jaramillo Fernández, escritor, historiador y militar autor de un famoso libro: “Resumen histórico de la Magna Guerra, de 1810 a 1825”, obra publicada en Barcelona en 1905.
En dicho hogar nacieron 5 hijos: Emilio, Ana, Aníbal, Leonor y Juan Bautista.
Estudió sus primeras
letras en la escuela de Jericó sus maestros don Lino y don Eliseo, con el
traslado de la familia a Medellín, cursó bachillerato en Filosofía y Letras en
el colegio San Ignacio de la comunidad jesuita; ya a los 12 años de edad
escribe su primer poema, en donde asoma su vena lírica: “Valle de mi niñez,
valle lejano,/ saudoso robledal, montaña mía, / sosegado rincón de la
alquería,/ arroyuelos del bosque virgiliano; / viejo jardín que cultivó la
mano/ de mi madre, fecunda serranía/ que el alma me impregnó de poesía, /
romanzas del sinsonte wagneriano; / (…)”.
Viajero incansable
Apenas en la flor de la
adolescencia viajó a Cartagena, luego a Panamá y a Centroamérica: Costa Rica,
Nicaragua, Honduras, Guatemala, México, publicó en periódicos y revistas y
empieza a tener cierto reconocimiento, el propio cantor así lo explica: “Es la
sed implacable, el ansia, siempre renovada, del éxodo, la fiebre de
peregrinación sin objeto determinado, porque sí, porque lo empuja la sangre. Y
entre todas aquellas alegrías, y visiones fastuosas, y ruidos de Cosmópolis, la
nostalgia, el recuerdo de su tierra y de los suyos, de sus grandes amores (…)”
( 1); viaja por primera vez a Cuba, pero regresa a su solar nativo, a trabajar
en sus fundos, a leer y seguir escribiendo, bien lo atestigua su bello poema El
regreso: “Vuelvo otra vez a la heredad nativa/ de vastos bosques y aromadas
vegas, / a refrescar la frente pensativa/ al amor de las cosas solariegas/ (…)
se ilumina mi espíritu a manera / de una cumbre en la gloria matutina, / si
encuentro tan azul mi cordillera / y tan azul la tarde campesina! (…)”. En 1914
regresa a Cuba, escribe mucho y conoce intelectuales y escritores de valía
continental como Enrique José Varona, Porfirio Barba Jacob, Luis Rosado Vega,
Miguel Ángel Carbonell, entre muchos más.
Manizales del alma
Con 24 años de edad regresó del exterior y aceptó la invitación de Aquilino Villegas, Alfonso Villegas, Alfonso Robledo y otros ciudadanos caldenses con motivo de la celebración del tricentenario del nacimiento de Miguel de Cervantes Saavedra, evento al cual también es invitada la notable poeta Blanca Isaza Londoño, una de las más importantes escritoras de Antioquia, nacida en Abejorral, Antioquia, el 6 de enero de 1898, su familia asentó sus reales en Manizales en 1903, con algunos años de residencia en Santa Rosa y Pereira. En 1916 Juan Bautista viaja a Manizales interesado en encontrarse con Blanca, de quién se enamora, viaja a Santa Rosa a finales de abril y se hospeda en la casa del Doctor Félix Isaza Arango, padre de Blanca, a quien le pide su mano.
El 24 de agosto de 2016
contrajeron matrimonio en la catedral de Manizales, a propósito de su boda, el
ilustre maestro Guillermo Valencia les dirigió el siguiente mensaje: “Cuan
grato ver sellar el vínculo entre el águila y la alondra, de quienes habrá de
salir el glorioso canto del futuro”; en esta unión nacieron 13 hijos: Omar,
Iván, Octavio, Ramiro -señor padre de la distinguida poeta y escritora
colombiana Esperanza Jaramillo, del académico y ejecutivo Óscar Jaramillo, Luz
Marina y Luis Fernando-, y 7 mujeres: Mireya, Olga, Floralba, Yolanda, Blanca,
Ofelia y Aida.
Hombre de trabajo y acción
Su vida intelectual y laboral fue intensa, en 2019 fundó la revista Azul de corta duración, en 1925 es nombrado subjefe de Estadística Departamental de Manizales y la gerencia de La Patria, en 1928 en compañía de su amigo Mario Camargo, fundó la Gaceta de Occidente, que duró cuatro años y como hecho curioso, pagaba a los colaboradores; desde 1938 fue asiduo colaborador de la revista de la Universidad de Antioquia y como hito fundamental en su vida, en unión de su dignísima esposa crearon la famosa revista Manizales, en 1940, excelente publicación que a la muerte de sus padres, siguió editando su hija Aida, hasta diciembre de 2014, es decir duró 64 años de existencia maravillosa:
“En sus 32 páginas cada edición contenía escritos de los más destacados poetas de América. Juana de Ibarbourou la calificó como “Faro de América”, otros letrados la estimaron como Antología de antologías. Hernando García Mejía, escribió sobre la revista y su directora Blanca Isaza de Jaramillo Meza: “La poetisa, periodista y directora no quería satisfacer un capricho pasajero sino acometer una empresa cultural duradera (…)” (2).
Constante en su
producción poética, desempeñó además labores de profesor, director de la casa
del menor de Manizales y otros oficios de periodista y escritor consumado.
Obra completa
Publicó 18 libros de poesía, literatura, recuerdos de viajes, historia, biografías; después de la muerte de su esposa en septiembre de 1967, editó 7 libros de ella, con la recopilación de los mejores textos de la obra literaria y poética de Blanca Isaza de Jaramillo Meza y continuó con la revista Manizales.
Entre las obras de
Jaramillo Meza es preciso mencionar: Bronce latino, 1915, poesía; Alma
helénica, 1926, poesía; Playas y tumbos, 1927, poesía; Senderos de otoño, 1926,
poesía; Impresiones de arte y de vida, 1935, prosa; Vida de Porfirio Barba
Jacob, 1944, sobre el cual escribió dos libros más, gracias a su amistad y
admiración; Rubén Darío y otros poetas, 1947; Estampas de Manizales, 1951; El
libro de oro de Manizales, antología, 1951; La tierra de la infancia, 1954,
prosa; Blasón, 1961, poemas de diversas épocas; El poeta y su comarca, 1962,
poesía; en 1972, Colcultura publicó Vida y obra de Porfirio Barba Jacob,
tercera edición sobre el gran poeta colombiano, con 12 poemas de Jaramillo Meza
en su honor; Poemas y elegías, 1967 y en 1977, su último libro Escritores de
Caldas.
Coronación nacional
Por iniciativa de poetas
y periodistas de Antioquia, con el apoyo del gobierno nacional, los gobiernos
de Antioquia y Caldas, la noche del 19 de diciembre de 1951, fueron coronados
los dos poetas en el teatro Olimpia en el primer centenario de Manizales, la
pareja lírica de Colombia, una hermosa velada en honor de los grandes cantores;
con ese motivo el presidente Alberto Lleras Camargo le concedió a Blanca la
medalla Francisco de Paula Santander y además fue colocada una placa especial
en su casa paternal en Abejorral; la gran voz lírica de Antioquia falleció en
Manizales el 13 de septiembre de 1967, dejando un hondo vacío en Juan Bautista
y su familia.
Condecoraciones
En 1977 recibió La Estrella corona de Antioquia de manos de Débora Arango; con su esposa varias violetas de plata; homenajes de centros literarios del país y del extranjero; diplomas de todas las Academias existentes, a las cuales perteneció por años; numerosos reconocimientos de Caldas, Antioquia y el gobierno nacional.
El 2 de septiembre de 1959, con motivo de un discurso central en la Universidad de Caldas, recibió múltiples homenajes de centenares de escritores colombianos y extranjeros con ocasión de sus bodas de oro y su nombre proclamado como modelo para las juventudes de Colombia.
El 28 de mayo de 1960 en el Club Quindío de Calarcá pronunció su discurso “El Quindío y su poesía”, además entregó a nombre del II Congreso de Academias de la Lengua, un pergamino al poeta Baudilio Montoya.
La vida y obra de Juan Bautista Jaramillo Meza fue fascinante y su amplio recorrido existencial un bello ejemplo de inteligencia y laboriosidad; con especial colaboración de sus nietos Esperanza y Oscar Jaramillo, me he podido arrimar a los bordes creativos de la bella pareja de bardos, orgullo de la nación y ejemplo vivo para las nuevas generaciones; si fue su hija Aída -quien aún vive- la que hizo perdurar su obra, su nieta Esperanza ha heredado la magia maravillosa de su palabra poética y Oscar , quién vivió con sus abuelos desde los 6 años, 12 años en el Colegio de Cristo Rey y carrera de ingeniero agrónomo de la Universidad de Caldas, actual académico de número de la AHQ, quienes honran, con el resto de la familia y con sus propios actos, el legado imperecedero de sus abuelos.¡ Juan Bautista y Blanca, dos luminarias que brillan en el horizonte de la patria!
Gabriel Echeverri González
Académico de Número 1 / Academia de Historia del Quindío
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