Palabras de Jaime Lopera Gutiérrez en representación de la Academia de Historia del Quindío en el acto de entrega de la Distinción Jaime Jaramillo Uribe de la Asociación Colombiana de Historiadores al Dr. Albeiro Valencia Llano otorgada en el XX Congreso Nacional de Historia realizado en Cartagena (25 a 29 de abril de 2022). La ceremonia se realizó el 25 de junio en el auditorio del Banco de la República de la ciudad de Pereira y fue organizada por la Asociación Colombiana de Historiadores - Capítulo Eje Cafetero, las academias de historia del Eje Cafetero y la Maestría de Historia de la UTP.
Abusando del tiempo de
ustedes, permítaseme decir unas palabras que me ligan a nuestro reconocido y
apreciado Albeiro Valencia. Conocí muy tarde su obra: solo había leído
"Manizales en la dinámica Colonizadora, 1846-1930" y desde entonces
sabía que él era la persona precisa para asegurarme la comprensión de un
personaje que me había fascinado, como a muchos de mis colegas: el geógrafo e
historiador James B. Parsons. Ahora que conozco otras obras de Albeiro-- es
decir, sobre la cotidianeidad y los conflictos agrarios, más las biografías de
Ernesto Gutiérrez y Bernardo Arias Trujillo, gracias a su gesto de largueza--
vislumbro que yo iba en la dirección apropiada porque la abundancia de
investigaciones de Albeiro ha rebosado todas mis expectativas al respecto.
Se ha dicho que la
historia de la colonización antioqueña se explica en dos grandes bloques: el
bloque de los hallazgos y aportes de los historiadores antioqueños (panorama
abierto precisamente por el norteamericano James Parsons gracias a la
traducción de Robledo); y el bloque de la colonización vista ya por los
investigadores de Caldas, Risaralda, el Quindío y el Valle que tiene distintos
rasgos gracias a la influencia de las Concesiones (Aranzazu, González &
Salazar, Burila), especialmente. Esta nueva perspectiva se nutre de las obras
caldenses y risaraldenses dentro de las cuales es preciso mencionar a Valencia
Llano, a Ricardo de los Ríos y Alfredo Cardona Tobón para no extenderme en una
enumeración más amplia la cual debe incluir al programa de historia de la UPB
que dirige Sebastián Martínez.
Sin embargo, desde siempre he seguido pensando
en el papel de Caldas y su articulación con el proceso quindiano, y por ello
pude sospechar que Parsons se había quedado corto en su apreciación sobre las
razones del desplazamiento de la colonización hacia el Quindío y el norte del
Valle. Parodiando a Lenin, yo me decía que nadie se queda en la mitad de un
beso ni de una revolución y por eso creí necesario que debería indagar más para
complementar un vacío que percibía en el norteamericano.
Esta inquietud (que ha
quedado parcialmente satisfecha) me la despertó el historiador Jaime Londoño, de
la Universidad del Valle, quien había escrito en 2002 un notable texto crítico
sobre el libro de Parsons. A la pregunta de cómo éste se había apropiado de la
historiografía para establecer el modelo de colonización que proponía, Londoño
reveló que su visión era poco alentadora, pasiva y, aún peor, mecánica. Para
subrayarlo con solidez, Londoño afirma que Parsons omitió el concepto de
frontera que su paisano, Frederick Turner, había acuñado para analizar el
desplazamiento que tuvo lugar en el Oeste norteamericano.
Entonces el libro de
Albeiro, ya citado arriba, empezó a despejar mis dudas al respecto; y los otros
textos han mejorado el cuadro de una manera tan sobresaliente que aún no estoy
seguro de haberlos interpretado del todo. Valencia ha escrito profusamente
sobre el tema y sus aciertos originales tienen un altísimo significado para los
historiadores, nuevos y veteranos, que se han ocupado de los diversos periodos
transcurridos en esta región. La trascendencia de tales indagaciones permite
calificar a su autor como un insuperable mentor y guía de todos los que aquí
vinimos a escoltarlo.
En resumen, esta ocasión
me permite decir que estamos enfrente de un valor genuino de la intelectualidad
colombiana no solo por sus aportes locales sino por la trascendencia de sus
escritos en el nivel nacional con los cuales es posible conocer, de manera
inocultable, lo que es la verdadera identidad del enorme eje cafetero. Este
galardón lo confirma. Jaime Lopera
Pereira, 25 junio 2022
Jaime Lopera Gutiérrez
Académico de Número 2 / Academia de Historia del Quindío
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