Poporo Cuatro Esferas del Maestro Mario Marín en Quimbaya |
El
municipio de Quimbaya fundado en 1914 con su nombre hace honor a los
antepasados indígenas Quimbayas quienes habitaron una gran zona entre las
cordilleras Central y Occidental serpenteadas por grandes ríos como el Cauca,
La Vieja, Quindío, Consotá, Otún y muchos más. Los Quimbayas se destacaron y
son reconocidos a nivel mundial por su capacidad y gran técnica en la orfebrería
resaltando la técnica de la “cera perdida” que les permitía fabricar
recipientes huecos para depositar en él algunos elementos o las aleaciones como
“La Tumbaga” para mejorar la maleabilidad del oro mezclándolo con cobre para
hacerlo más dúctil. El patrimonio arqueológico es uno de los atributos del
Paisaje Cultural Cafetero al resaltar la presencia de humana hace más de 10.000
años; de los Quimbayas no hay descendientes, ya que fueron diezmados
rápidamente por los españoles, por las enfermedades y dicen los cronistas que
muchos de ellos se dejaban morir antes que someterse al verdugo español.
El Tesoro
Quimbaya es una muestra de su gran capacidad orfebre y recoge la calidad de sus
elaboraciones en metales preciosos. Este tesoro fue hallado por guaqueros en
1891 con más de 400 piezas, de él, el gobierno nacional compró 122 piezas para
ser exhibidas en la celebración de los 400 años del encuentro de dos mundo a
realizarse en España en 1892, posteriormente, el presidente Carlos Holguín Mallarino
regaló a la Reina Regente de España María Cristina de Habsburgo- Lorena el
valioso tesoro como agradecimiento en su fallo en un laudo arbitral donde Venezuela
pretendía y reclamaba para Sí toda la península de la Guajira, la reina falló a
favor de Colombia y como premio se llevó esta colección que hoy reposa en el
Museo América de Madrid. La Academia de Historia del Quindío ha liderado por
cerca de 20 años una campaña para que este tesoro regrese a la región sin que
hasta el momento se haya logrado; la Corte Constitucional en el fallo SU 649 del 19-10- 2017 obliga al gobierno colombiano hacer todo lo
posible para recuperar este bien que nunca debió salir del país y que fue
donado de forma irregular por el presidente en su momento, hasta ahora son muy
pocos los esfuerzos diplomáticos realizados y no se vislumbra en el futuro
próximo su retorno.
Quimbaya
inicialmente fue llamado Alejandría destacando que muchos de los pueblos del Paisaje
Cultural Cafetero llevan nombres europeos o mediterráneos en razón al origen de
gran parte de los colonizadores españoles o de sus descendientes, así mismo,
algunos llevan nombres indígenas y otros toponímicos que relacionan el nombre
con una característica de la tierra donde se ubica el poblado; algunos
municipios tienen nombres de santos o compuestos entre santos y personajes
resaltando el catolicismo de gran parte de los pobladores. El festival de Velas
y Faroles en homenaje a la Inmaculada Concepción de la Virgen María el 7 y 8 de
diciembre, es otra muestra de su religiosidad y pertenencia por lo local y lo
tradicional y en él se muestran aspectos católicos como también se hace
homenaje a los antepasados con el Poporo Quimbaya considerado el artefacto
mejor elaborado por esta cultura indígena.
El café se
cultiva en este municipio desde los primeros años del siglo XX y allí se ha
construido el parque Los Arrieros como homenaje a esos hombres de a pie que
descalzos movieron la economía de la región y sin firmas ni seguros
contribuyeron al desarrollo del país llevando el grano hasta los puntos donde
fuese necesario. En 1929 llega el ferrocarril a Quimbaya y la arriería va
siendo desplazada por las locomotoras, igualmente después de la II Guerra
Mundial llegan los Jeeps Willys al Eje Cafetero para darle mayor fortaleza al
transporte tanto del café como de los productos agrícolas. La Granja de Mamá
Lulú es otro sitio emblemático que muestra la vida del campesino y el
aprovechamiento de una pequeña parcela sin la dependencia del café.
En el vecino
municipio de Montenegro funciona hace varios años la finca y el centro de
catación El Agrado donde caficultores y turistas pueden conocer los procesos
que fortalecen la calidad del café de la región.
Fernando
Jaramillo Botero.
Académico
de Número 4 – Academia de Historia del Quindío
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